La disritmia auricular es una complicación infrecuente y poco conocida tras la colocación de un stent esofágico, que puede afectar significativamente a su manejo, incluida la morbilidad y la mortalidad.
Un varón de 75 años con antecedentes de enfermedad por reflujo gastroesofágico de larga evolución y hernia de hiato, presentó una importante pérdida de peso involuntaria durante varios meses asociada a una empeoramiento de la disfagia tanto a sólidos como a líquidos, así como hematemesis (presencia de sangre en el vómito).
Se realizó una esofagogastroduodenoscopia que mostró una gran masa ulcerada con hemorragia, parcialmente obstructiva y circunferencial y afectaba a toda la luz. El informe patológico mostró una displasia glandular de alto grado, sospechosa de adenocarcinoma intramucoso.
Se descartó la afectación ganglionar mediante tomografía por emisión de positrones y ecografía endoscópica y se clasificó como T3N0M0. Teniendo en cuenta la presentación del paciente con disfagia y hematemesis, la colocación de un stent se consideró una opción favorable para abordar la obstrucción casi completa del esófago y evitar la hemorragia de la mucosa friable.
Posteriormente, se repitió la esofagogastroduodenoscopia y se colocó una endoprótesis de pared metálica totalmente recubierta de 19 mm de diámetro para aliviar la obstrucción. Al día siguiente, la paciente presentó taquicardia sinusal, y dos días después de la intervención, se observó arritmia en la telemetría y su ecocardiograma indicó fibrilación atrial (FA) con respuesta ventricular rápida, refractaria al tratamiento con betabloqueantes.
El estudio para encontrar la causa subyacente de esta arritmia incluyó la comprobación de la hormona estimulante del tiroides y la troponina, que fueron normales. El ecocardiograma transtorácico reveló una fracción de eyección normal (65-70%) con compresión de la aurícula izquierda durante la diástole, mientras que la angiografía torácica por tomografía computarizada no mostró evidencia de embolia pulmonar pero sí de compresión del esófago con stent contra la aurícula izquierda.
La revisión de la tomografía computarizada abdomen pelvis obtenida 1 día antes de la colocación del stent esofágico no reveló la proximidad entre la masa esofágica y la aurícula izquierda. El control del ritmo se consiguió finalmente en este paciente con un goteo de amiodarona.
Por lo tanto, los autores tomaron la decisión de conservar la endoprótesis para seguir aliviando la disfagia y asegurar la nutrición enteral mientras completaba la quimiorradioterapia. El paciente fue dado de alta con amiodarona oral y apixaban.
El stent se retiró 2 meses después debido a que la paciente recibió radioterapia adicional durante este periodo, lo que provocó la reducción del tumor. Tras la retirada del stent, se retiró la amiodarona y el ritmo cardíaco del paciente se mantuvo normal.
Sin embargo, tras la quimiorradiación, el paciente desarrolló una estenosis por radiación. Como resultado, tuvo disfagia recurrente, que requirió dilatación y colocación de un stent esofágico, pero en esta ocasión no desarrolló FA tras la colocación de la endoprótesis.
La FA es la arritmia cardiaca sostenida más frecuente, caracterizada por una activación errática y rápida de las aurículas, que da lugar a un ritmo ventricular irregular. Según describe la literatura médica, existe riesgo de FA de nueva aparición en pacientes con cáncer de esófago tratados con quimioterapia/radioterapia neoadyuvante seguida de esofagectomía.
El cáncer de esófago es el octavo cáncer más frecuente y la sexta causa de muerte en todo el mundo. La incidencia anual de cáncer de esófago es de 21.000 casos en Estados Unidos, que causan 16.000 muertes.
Se estima que los pacientes con cáncer de esófago localmente avanzado que se someten a quimio/radioterapia neoadyuvante, seguida de esofagectomía, tienen riesgo de desarrollar FA de nueva aparición, lo que ocurre en el 12%-37% de los pacientes. Sin embargo, el desarrollo de FA tras la colocación de un stent para el cáncer de esófago no está tan estudiado.
La colocación de endoprótesis esofágicas para paliar la disfagia está indicada en pacientes con cáncer quirúrgicamente incurable o en individuos que no toleran la cirugía o la quimiorradioterapia.
La compresión de la aurícula izquierda y la irritación epicárdica podrían ser un posible mecanismo para explicar la asociación entre la colocación de stents y las disritmias auriculares.
Por ello, los autores señalan que es crucial ser consciente de la posibilidad de esta arritmia tras la colocación de un stent para detectar precozmente cualquier signo de disritmia auricular, especialmente dado el estado de hipercoagulabilidad que suele observarse en estos individuos.
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