La testosterona induce el crecimiento de las células cancerosas de la próstata, por lo tanto, la castración química puede ser una alternativa complementaria para el tratamiento de la condición.
El cáncer de próstata constituye uno de los cánceres más frecuentes en la población masculina en Puerto Rico. De hecho, algunos datos publicados por la Organización Mundial de la Salud, reportaron que la isla sumó 2.742 diagnósticos nuevos en 2020, un 21% más frente a otros tipos de cáncer.
Además, esta condición es la primera causa de muerte por cáncer en los hombres puertorriqueños, razón por la cual la educación sobre la prevención resulta fundamental.
Por ello, la Revista Medicina y Salud Pública en alianza con el Hospital Damas, lideraron una campaña de concienciación sobre la salud masculina, en la que los urólogos Dr. Richard Báez Tellado y el Dr. Claudio Bernanschina Bobadilla abordaron los aspectos más relevantes del desarrollo de la condición.
"Es un cáncer donde hay unas mutaciones a nivel de la glándula prostática", inició el Dr. Báez. "No hay una causa per se, lo que tenemos son factores de riesgo, como la edad, la descendencia afroamericana, familiar, antecedente primario de padres o hermanos".
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Sin embargo, uno de los principales factores que contribuyen al retraso diagnóstico de esta condición, es que al igual que la mayoría de los cánceres, el cáncer de próstata no manifiesta síntomas en etapas tempranas.
Por lo tanto, la principal forma de detectar esta condición es mediante la prueba del antígeno prostático que se realiza en sangre, y el examen de tacto rectal.
"Si ya la persona tiene síntomas de prostatismo, o agrandamiento prostático, eso es lo que los va a llevar al urólogo", mencionó el Dr. Bernanschina. "Uno los comienza a evaluar por síntomas de hiperplasia prostática, le enviamos a hacer el antígeno prostático, sale elevado, hacemos una biopsia, y ahí encontramos el cáncer".
Incluso, se dice que la aparición de síntomas de cáncer de próstata es un indicativo de que la enfermedad se encuentra en estadio avanzado.
Según mencionan los expertos, el cáncer de próstata es una enfermedad de desarrollo extremadamente lento.
En las etapas iniciales, lo más probable, es que no haya metástasis hacia otros órganos, pero es una enfermedad que podría extenderse potencialmente a los nódulos pélvicos y a los huesos, especialmente, "a los huesos del área lumbar, pélvica y, cuando ya es mucho más avanzado, podemos tener metástasis al cráneo, las escápulas o las costillas", afirmó el Dr. Bernanschina.
Del mismo modo, argumentó, es muy poco probable que este cáncer afecte a tejido blando, como al hígado o al pulmón. Sin embargo, cuando esto sucede, "estamos teniendo un paciente con un cáncer extremadamente agresivo, pobremente diferenciado, en etapa muy avanzada y, por lo general, ese paciente va a sucumbir rápidamente a la enfermedad".
Esta alternativa está enfocada en reducir los niveles de las hormonas masculinas (andrógenos), o impedir que estas estimulen el crecimiento de las células malignas de la próstata. Según los expertos, este tratamiento se utiliza con más frecuencia en los estadios avanzados de la enfermedad, o como una terapia adyuvante a los pacientes que van a recibir radioterapia.
"El cáncer de próstata requiere testosterona para su crecimiento", aseveró el Dr. Bernanschina. "La testosterona es la hormona masculina que producen los testículos, y la terapia hormonal es una castración química".
De hecho, "en pacientes con cáncer de próstata metastásico, el primer tratamiento que se va a utilizar, es una castración química", puntualizó.
Hasta hace algunos años, se realizaba la castración quirúrgica, pero debido al impacto psicológico que este procedimiento conlleva en los pacientes, se optó por una alternativa mucho menos invasiva.
"Si ese paciente va a recibir radioterapia, y tiene el tumor en estadio alto, se recomienda utilizar la terapia neoadyuvante (castración química) porque hace más radiosensitivo el tumor", aseguró.
En quienes se lleva a cabo esta técnica, se pueden presentar algunos efectos adversos similares a los que experimentan las mujeres con la menopausia: calores, desmineralización de los huesos (aumentando el riesgo de osteopenia y osteoporosis), y aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular.
"Si la persona tiene enfermedad metastásica, se debe escoger cuál es el peor de los dos enemigos. Sabemos lo que implica un cáncer de próstata, pero también la terapia hormonal tiene sus complicaciones", reconoció el Dr. Bernanschina.