Estos fármacos son comúnmente utilizados para tratar la hipertensión y otros trastornos relacionados con el volumen y el equilibrio electrolítico.
Un reciente estudio ha puesto de manifiesto una preocupante asociación entre el uso incidental de diuréticos y un mayor riesgo de fracturas óseas en una extensa cohorte de veteranos estadounidenses.
Este hallazgo, derivado del análisis de datos de 863.339 veteranos, subraya la necesidad de considerar los posibles efectos adversos de los diuréticos sobre la salud ósea, especialmente en pacientes más jóvenes y aquellos con condiciones específicas.
Los diuréticos son comúnmente utilizados para tratar la hipertensión y otros trastornos relacionados con el volumen y el equilibrio electrolítico.
A pesar de sus beneficios en la gestión de estas condiciones y en la reducción de riesgos cardiovasculares, su uso prolongado ha sido vinculado con alteraciones en el metabolismo óseo, lo que puede conducir a un aumento del riesgo de fracturas.
El estudio, que siguió a los pacientes desde 2004 hasta 2018, encontró que aquellos que iniciaron el uso de diuréticos presentaban un 14% más de riesgo de fracturas en comparación con aquellos que no los usaron (HR ajustado [aHR], 1,14; IC del 95 %, 1,11 a 1,16).
La asociación fue más pronunciada en los usuarios de diuréticos de asa (aHR, 1,39; IC del 95 %, 1,35 a 1,44) y menos evidente en los usuarios de diuréticos tiazídicos (aHR, 1,08; IC del 95 %, 1,06 a 1,10). No se encontró una asociación significativa entre los diuréticos ahorradores de potasio y el riesgo de fracturas (aHR, 0,97; IC del 95 %, 0,62 a 1,52).
Estos hallazgos destacan la importancia de una evaluación cuidadosa al iniciar el tratamiento con diuréticos, especialmente en pacientes más jóvenes y aquellos con niveles bajos de sodio en suero.
La hiponatremia, un efecto secundario común del uso prolongado de diuréticos, ha sido reconocida como un factor de riesgo para las fracturas osteoporóticas, posiblemente a través de la actividad osteoclástica y la pérdida ósea inducida.
La relación entre el uso de diuréticos y la salud ósea parece ser compleja y multifacética. Por ejemplo, mientras que los diuréticos tiazídicos pueden reducir la excreción urinaria de calcio y potencialmente aumentar la mineralización ósea, también pueden causar hiponatremia, lo que podría contrarrestar sus efectos beneficiosos sobre el esqueleto.
Por otro lado, los diuréticos de asa, conocidos por sus potentes efectos natriuréticos y calciuréticos, mostraron una asociación más fuerte con el aumento del riesgo de fracturas.
El uso incidental de diuréticos, particularmente los diuréticos de asa, está asociado con un mayor riesgo de fracturas óseas, lo que subraya la necesidad de prestar especial atención a los resultados esqueléticos al prescribir estos medicamentos.
Estos hallazgos sugieren la importancia de monitorear de cerca a los pacientes, ajustar las terapias según sea necesario y considerar alternativas terapéuticas que minimicen el riesgo de fracturas.
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