El ensayo clínico incluyó a 21 pacientes con cáncer de pulmón no microcítico avanzado. Los resultados fueron prometedores: una tasa de respuesta global del 67% y una media de supervivencia sin progresión de casi 24 meses.
Investigadores del Abramson Family Cancer Research Institute de la Universidad de Pensilvania han realizado un descubrimiento significativo que podría cambiar la manera en que se aborda la inmunoterapia en pacientes con cáncer de pulmón avanzado. Según los resultados de un pequeño estudio clínico, añadir un antiinflamatorio al tratamiento con inhibidores de puntos de control inmunitarios (ICI) mejora notablemente la respuesta antitumoral.
Inhibidores de la janus quinasa (JAK) podrían mejorar las respuestas antitumorales contra el cáncer
La inmunoterapia contra el cáncer es una de las promesas más recientes en el tratamiento de esta enfermedad. Sin embargo, no todos los pacientes responden al tipo de fármacos más usados, los denominados inhibidores de puntos de control inmunitario (ICI). Estos fármacos, como el pembrolizumab, están diseñados para liberar al sistema inmunitario de frenos que normalmente limitan su capacidad para atacar tumores. A pesar de su eficacia en algunos casos, muchos pacientes no responden adecuadamente.
En un reciente ensayo clínico, los investigadores del Abramson Family Cancer Research Institute han observado que agregar inhibidores de la janus quinasa (JAK), que previenen la inflamación desde el interior de las células, podría mejorar significativamente las respuestas antitumorales en pacientes con cáncer de pulmón avanzado. Andy Minn, coautor principal del estudio y director del Centro de Inmunoterapia en esta institución, explica que este hallazgo se basa en la creciente evidencia sobre la naturaleza dual de la inflamación: aunque puede ser beneficiosa contra patógenos infecciosos y cánceres a corto plazo, también puede conducir a un debilitamiento del sistema inmunitario cuando se cronifica.
En pacientes que reciben inmunoterapias contra el cáncer, se observan a menudo signos de esta respuesta inflamatoria crónica, en particular de una citocina llamada interferón, que se relaciona con peores resultados. En el estudio, los investigadores utilizaron el inhibidor de JAK1 para reducir la señalización inflamatoria persistente sin interferir en la señalización inflamatoria inicial necesaria para generar actividad antitumoral.
El ensayo clínico incluyó a 21 pacientes con cáncer de pulmón no microcítico avanzado. Este inhibidor se administró durante seis semanas, pero solo después de que los pacientes hubieran recibido dos dosis de inmunoterapia anti-PD1. Los resultados fueron prometedores: una tasa de respuesta global del 67% y una media de supervivencia sin progresión de casi 24 meses, cifras ambas muy elevadas para este tipo de tumor.
“los resultados muestran una eficacia sorprendente de la combinación con antiinflamatorios JAK1"
"A muchos oncólogos les puede parecer sorprendente combinar un inhibidor de JAK con inmunoterapia, ya que normalmente se ha hecho hincapié en crear una fuerte respuesta inflamatoria para que el tratamiento anti-PD1 sea eficaz", comenta Minn. Sin embargo, agrega, “cada vez queda más claro que la inflamación crónica, especialmente la crónica por interferón, puede ser perjudicial. La elevada tasa de respuesta del estudio y las mejoras en las células inmunitarias sugieren que nuestro planteamiento podría ayudar a controlar la inflamación y los niveles de interferón antes de que sean perjudiciales".
Los autores del estudio indican que, aunque el ensayo no incluyó un grupo de comparación, “los resultados muestran una eficacia sorprendente de la combinación con antiinflamatorios JAK1". Explican que las tasas de respuesta al usar solo el fármaco pembrolizumab –un inhibidor de puntos de control anti PD-1– en grandes ensayos clínicos de cáncer de pulmón de estadio 4 suelen ser de aproximadamente el 45%. En este estudio, se alcanzó el 67%, con una proporción significativa de pacientes aún vivos, lo que sugiere que muchas de estas respuestas son duraderas.
Este estudio abre nuevas posibilidades para mejorar la eficacia de la inmunoterapia en el tratamiento del cáncer de pulmón avanzado. La combinación de inhibidores de JAK con ICI podría representar un avance significativo en el control de la inflamación crónica y, por ende, en la mejora de las respuestas antitumorales.
Andy Minn comenta que el equipo planea realizar estudios clínicos aleatorizados más amplios para confirmar que la adición de un inhibidor de JAK mejora la inmunoterapia contra el cáncer de pulmón avanzado. Además, explorarán la eficacia de esta estrategia en otros tipos de cáncer y en pacientes que han recaído tras la terapia anti-PD1. También investigarán por qué algunos pacientes no respondieron y cómo extender los beneficios de los antiinflamatorios JAK a estos casos.
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