El catéter de mapeo OPTRELL se ha indicado principalmente para pacientes con arritmias producto de fibrilación atrial, taquicardias ventriculares y aleteos atriales.
El nuevo catéter de mapeo OPTRELL, implementado ya en dos prestigiosas instituciones médicas de Puerto Rico, está diseñado para ayudar a aquellos pacientes con arritmias, como fibrilación atrial, taquicardias ventriculares y aleteos atriales.
La Revista Medicina y Salud Pública conversó en exclusiva con el Dr. Leonel Freytes, electrofisiólogo, quien además fue el especialista encargado de llevar a cabo el primer procedimiento de ablación con esta tecnología en el Hospital Damas.
"Esto es un catéter que se usa para generar un mapa de la arritmia, nos hace el trabajo un poquito más fácil para luego hacer la ablación", expresó.
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Según menciona el experto, las características de los pacientes suelen ser variadas, pero en su mayoría se incluye la hipertensión, la diabetes o han sido diagnosticados con apnea del sueño.
"Estos son factores de riesgo bien conocidos para estas arritmias, particularmente para fibrilación atrial".
Además, también se tienen en cuenta factores como la edad para la realización de estos procedimientos, aunque realmente no representan un riesgo para las personas mayores o los jóvenes.
"Nosotros, típicamente, vemos a estos pacientes ya sea en la oficina o en el hospital, evaluamos ya sea mediante un holter, o hacemos estudios de 14 días, ponemos monitores cardiacos implantables, y de esa manera detectamos arritmias, las diagnosticamos y de ahí partimos a hacer una ablación para evitar recurrencias de estas arritmias".
Dado que estos procedimientos ya no son tan invasivos, sino que por el contrario son percutáneos y se realizan a través de las ingles, la recuperación tiende a ser más bien rápida y no se suelen presentar complicaciones.
Aún así, se mantiene en observación al paciente para cuidar cualquier tipo de sangrado que se pueda presentar en el área.
"Le pedimos al paciente que guarde reposo, que se mantenga acostado, por lo menos las primeras 4 horas luego del procedimiento, y que no levanten cosas pesadas, no se agachen. Típicamente, al otro día, ya están haciendo sus actividades con normalidad, aunque siempre les decimos que guarden reposo varios días, como una semana".
Se realiza un seguimiento telefónico a la semana de la intervención, y un seguimiento presencial al mes del mismo.
En esta ocasión, el paciente fue intervenido por fibrilación atrial paroxismal, y el manejo postquirúrgico con medicamentos a corto plazo, suelen incluir anticoagulantes, y dependiendo del tipo de fibrilación atrial de cada paciente, se les puede recetar antiarrítmicos, según el Dr. Freytes.
Sin embargo, a largo plazo la estrategia es el manejo de las condiciones crónicas que predisponen el desarrollo de la arritmia, como la hipertensión, diabetes y apnea del sueño.
"El monitoreo del paciente se realiza mediante citas de seguimiento con el electrofisiólogo y con el cardiólogo", recordó. "Muchas veces el paciente no desarrolla síntomas, pero en los dos a tres meses después de la ablación hay algo que se llama ´blanking period´, que es un periodo de tiempo en el que pueden presentarse recurrencias de fibrilación atrial no necesariamente duraderas", concluyó.