Los alimentos antiinflamatorios y ricos en omega-3, como el salmón, nueces, aguacate, semillas de chía, linaza y sardinas, pueden ayudar a reducir la migraña, aunque también van acompañados de una buena hidratación.
Una buena relación con la nutrición es crucial para mantener a raya los ataques de migraña ya que la dieta influye directamente en los factores que desencadenan y exacerban estos episodios. La Lcda. Lailiz Ortiz, nutricionista dietista y paciente de migraña, explica que " hay alimentos que al ingerirlos pueden empezar procesos inflamatorios, pueden afectar o dilatar lo que son los vasos sanguíneos y subir la presión, hay otros que nos pueden afectar lo que es la severidad o la frecuencia de los episodios de migraña".
La Lcda. Ortiz, quien ha lidiado con la migraña crónica durante aproximadamente cuatro años, describe su experiencia: "A mí me dan las migrañas por muchas horas; no son 2-3 horas, a veces puede estar un día completo". Los síntomas incluyen náuseas, sensibilidad a la luz y al sonido. "Hay alimentos que ya he podido observar que son desencadenantes para que tenga episodios mucho más severos... En el caso mío, los 2 principales son la cafeína y el alcohol" comenta la especialista.
"La migraña tiende a ser un poco discapacitante" comenta a la vez que explica que para manejar sus migrañas, ha tenido que adaptar sus horarios de trabajo, identificar y controlar el consumo de alimentos o bebidas que sabe que exacerban sus episodios de migraña y por supuesto ha tomado su respectivo tratamiento. "Hoy en día estoy con un medicamento inyectable, más uno oral para episodios de emergencia" explicó.
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¿Qué alimentos pueden detonar episodios de migraña?
"Esto varía dependiendo del paciente, porque no todos los pacientes tienen la misma sensibilidad a los mismos tipos de alimentos" aseguró la Lcda. Ortiz. Algunos desencadenantes que suelen ser comunes incluyen:
- Alcohol: Principalmente el vino tinto y la cerveza. "Mayormente el alcohol que se ve oscuro" explica la Lcda.
- Cafeína: Mientras que en algunos casos, pequeñas cantidades puede reducir los dolores de cabeza, en cantidades grandes durante el día, puede desencadenar migrañas.
- Tiramina: Presente en quesos añejados, chocolate, embutidos y alimentos ultraprocesados, puede afectar la vasoconstricción cerebral y la dilatación de los vasos sanguíneos.
- Nitratos: Utilizados como aditivos en carnes procesadas, pueden influir en la severidad del dolor de cabeza dentro de 3 a 6 horas de su consumo.
- Fenilalanina: Encontrada en el chocolate, algunos edulcorantes como el aspartamo, lácteos, huevos y otros, afecta la dilatación de los vasos sanguíneos.
"Dieta ideal, no me encanta utilizar este tipo de concepto porque la realidad es que el tipo de migrañas es bien individual" explica la Lcda. Ortiz. Sin embargo, sugiere una alimentación saludable y equilibrada, evitando alimentos extremadamente procesados, manteniéndose hidratado y realizando actividad física. "Estar muchas horas sin comer y estar deshidratado, puede empeorar los episodios de migraña" puntualizó.
Para identificar los desencadenantes alimentarios, sugiere una dieta de eliminación gradual: "Durante 2 semanas a un mes voy a evitar consumir alcohol para ver cómo me va", ejemplifica, así con los alimentos que se sospeche que están exacerbando estos dolores de cabeza, "y así, entonces vamos estableciendo una dieta más adecuada y más individualizada a cada paciente".
Por otro lado, los alimentos antiinflamatorios y ricos en omega-3, como el salmón, nueces, aguacate, semillas de chía, linaza y sardinas, pueden ayudar a reducir la migraña, aunque también van acompañados de una buena hidratación.
Algunas vitaminas del complejo B, como la niacina y la riboflavina, son útiles para prevenir migrañas. Los alimentos ricos en estas vitaminas incluyen pescados, huevos, vegetales de hojas verdes oscuras, kiwi y setas.
La combinación de una dieta equilibrada, actividad física y la identificación de desencadenantes específicos puede ser crucial para manejar los episodios de migraña.
Finalmente, la Lcda. Ortiz aconseja: "Es importante escuchar a su médico y a su nutricionista dietista. No escuche ni trate lo que le digan fuera de lo que es el servicio de un profesional de la salud".