Los investigadores encontraron un número significativamente mayor de productos génicos alterados en hombres.
Un reciente estudio se ha centrado en investigar sistemáticamente los mecanismos moleculares subyacentes de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), y los cuatro subtipos en los que se divide esta condición, que puede ser eficaz ante los diferentes fármacos.
El consorcio de investigadores, liderado por la Universidad Técnica de Múnich (TUM) en Alemania, también ha identificado diferencias en los procesos moleculares entre hombres y mujeres. Aunque aún no se conocen completamente los procesos que llevan a la pérdida de control motor en los pacientes de ELA, se ha identificado que los hombres desarrollan ELA con una frecuencia 1.2 veces mayor que las mujeres.
Además, los investigadores encontraron un número significativamente mayor de productos génicos alterados en hombres.
El consorcio, dirigido por el profesor Paul Lingor de TUM, utilizó un enfoque "multiómico" para mapear tanto las moléculas de ARN codificantes y no codificantes como las proteínas. Descubrieron que, aunque los síntomas clínicos no permiten distinguir entre los subtipos, a nivel molecular se producen diferencias significativas:
Estos hallazgos sugieren que una sustancia activa que no es eficaz en un subtipo puede ser útil en otro, lo que plantea la necesidad de enfoques terapéuticos personalizados.
"Los estudios clínicos anteriores sólo podían analizar los efectos en todos los pacientes y puede que no hayan identificado sustancias eficaces para un subtipo individual", explicó Paul Lingor.
El análisis multiómico también identificó la vía de señalización MAPK como una diana prometedora para nuevos fármacos contra la ELA.
"Esta vía está bien descrita en neurobiología y juega un papel en varios procesos de la ELA, aunque no en todos", afirmó el profesor Stefan Bonn del Instituto de Biología de Sistemas Médicos del Centro Médico Universitario de Hamburgo Eppendorf (UKE).
El estudio se basa en muestras de tejido de pacientes fallecidos de ELA y en investigaciones con modelos de ratón.
"Un próximo paso importante es hallar el modo de determinar el subtipo de ELA de los pacientes en vida; estamos trabajando en ello", afirmó Paul Lingor. "Creemos que nuestro estudio ha supuesto una importante contribución a la búsqueda de causas y terapias para la ELA. Nuestros hallazgos nos han acercado bastante a una terapia más personalizada y, por tanto, más eficaz".
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