La atención integral o enfoque terapéutico actual de la dermatitis atópica debe incluir a especialistas en dermatología, alergología y psicología.
La dermatitis atópica, una condición crónica de la piel, no solo afecta físicamente a los pacientes, sino que también tiene un impacto significativo en su bienestar emocional
Sus síntomas, bastantes persistentes, como el picor intenso y las lesiones visibles, pueden interferir con actividades diarias y afectar la calidad de vida. Los pacientes a menudo se sienten cohibidos por la apariencia de su piel, lo que puede llevar a la disminución de la autoestima y evitar situaciones sociales.
En el marco de una conferencia médica de alto nivel, el Dr. Pedro Vendrell, dermatólogo, ha profundizado en la dermatitis atópica, la cual define como "una condición bastante frecuente que puede comenzar desde la niñez y se caracteriza por tener un picor intenso y enrojecimiento del área afectada" dice. "Usualmente tiene unos patrones en la distribución. Tiende a afectar mucho el área anterior al codo y también el área posterior a la rodilla".
Más allá de la esfera médica, el Dr. Vendrell hizo hincapié en las repercusiones psicosociales de la dermatitis atópica. "A veces hay que pedir ayuda a los especialistas, en este caso, el psicólogo ayudará a evitar que el paciente se deprima, se aísle y cree una inseguridad por la condición."
Los pacientes pueden experimentar ansiedad, depresión y una disminución significativa en la calidad de vida debido a la apariencia visible de la enfermedad y las molestias asociadas. "La piel se le enrojece, tiene disposición a que se le infecten las heridas por los arañazos, y, desde luego, la piel se puede engrosar en diferentes áreas por la hinchazón y heridas" puntualiza el experto.
La atención integral debe incluir el apoyo emocional y psicológico proporcionado por profesionales capacitados, como psicólogos y psiquiatras en caso de ser requerido para abordar estas dimensiones no sólo del sufrimiento físico, sino también del impacto emocional. "Los casos de la dermatitis atópica moderada y severa tienen gran afectación emocional" comenta el dermatólogo. " Es importante identificarlo y dialogar con el paciente sobre cómo se siente".
El enfoque contemporáneo hacia la dermatitis atópica exige una integración más estrecha entre la medicina clínica, la investigación científica y la atención psicosocial. Esta enfermedad compleja requiere estrategias de tratamiento personalizadas y un enfoque holístico que reconozca tanto sus manifestaciones físicas como sus consecuencias emocionales.
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En términos terapéuticos, el Dr. Vendrell enfatizó la importancia de un enfoque integral y escalonado según la gravedad de la enfermedad. Desde el uso de emolientes y corticosteroides tópicos de baja potencia en casos leves , hasta terapias más avanzadas como inhibidores de la calcineurina y agentes biológicos para formas moderadas a severas, la estrategia de tratamiento busca controlar la inflamación, aliviar el picor y restaurar la integridad cutánea.
Para casos leves, el dermatólogo comenta que "se usan mucho los corticosteroides tópicos, ejemplos de ellos la hidrocortisona que está disponible sin receta", explicó. "Los humectantes son parte fundamental del tratamiento", comentó el Dr. Vendrell.
En situaciones donde el picor es persistente y difícil de controlar, "a veces hay que dar tabletas para controlar el picor como lo son los antihistamínicos" explica el experto.
Es fundamental intervenir temprano y de manera efectiva para minimizar el impacto físico y psicológico de la dermatitis atópica. Para casos refractarios o severos, se discutió la eficacia de tratamientos biológicos, como anticuerpos monoclonales, que están demostrando ser prometedores en la gestión de esta enfermedad crónica.
El Dr. Vendrell destacó la naturaleza multifactorial de la dermatitis atópica, con factores genéticos, inmunológicos y ambientales contribuyendo a su desarrollo. Aunque la exposición solar no es un factor de riesgo directo, la enfermedad puede complicarse por el rascado constante, aumentando el riesgo de infecciones cutáneas secundarias y otros problemas dermatológicos.