Adoptar prácticas de consumo más sostenibles no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino que también promueve una alimentación más saludable y equitativa.
En un contexto global donde la sostenibilidad alimentaria se ha convertido en un tema crucial, es importante poder educar y concientizar sobre comprender qué hace que algunos alimentos sean menos sostenibles que otros y cómo esto impacta en el medio ambiente.
Como parte de una iniciativa conjunta entre la Revista Medicina y Salud Pública y el Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Puerto Rico, la Lcda. Lailiz Ortiz, nutricionista dietista, ahondó en este tema señalando que algunos alimentos que consideramos sustentables pueden no serlo.
"Los alimentos sustentables pueden ser no sustentables por diferentes razones, entre ellas que haya un espacio bien largo en lo que es el momento en que se alimento, se produce hasta que llega a su hogar.", explica la experta. O, en su defecto, “entre más procesados sean los alimentos, más energía y recursos se van a utilizar”.
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La experta señala que una respuesta a todo esto puede ser, por ejemplo, el cambio climático y las consecuencias a nivel ambiental que vemos actualmente, como los huracanes, sequías, entre otros. “Esos cambios están afectando los alimentos”, sostuvo. “A lo mejor por la cantidad de agua, sequía o inundaciones, se afectan los sembrados, ocasionando una afectación en el rendimiento del vegetal o la fruta.
Estos factores no solo afectan la huella de carbono, sino también el cambio climático, que a su vez repercute en la producción de alimentos. Eventos climáticos extremos como huracanes e inundaciones pueden devastar cultivos, tal como ocurrió con las plantaciones de plátano y guineo en Puerto Rico. La nutricionista señala: "Las inundaciones afectan esas cosechas como pasamos aquí en Puerto Rico con los sembradíos de plátano y guineo que por los vientos de los huracanes y las inundaciones se afectan y se caen esas plantas."
La sustentabilidad de los alimentos puede verse comprometida por varios factores. Entre ellos, el largo tiempo de transporte, lo que incrementa el uso de gases de efecto invernadero debido al transporte aéreo, marítimo o terrestre. La Lcda. Ortiz menciona que "más tiempo en transportación, más gastos ya sea por agua, por mar o por aire, todos esos tipos de transportaciones van a usar más gases de invernadero y van a afectar el ambiente y la atmósfera."
Además, los alimentos más procesados y aquellos con empaques individuales requieren de más procedimientos y más gastos, exacerbando el impacto ambiental. La nutricionista explicó: "Mientras más procesados, más energía se va a utilizar, más recursos se van a utilizar, incluso los que tienen mayor empaque, empaques individuales, mientras mayor empaque, más va a afectar el ambiente y el cambio climático."
Los alimentos menos sostenibles incluyen la carne roja, cuya producción emite altas cantidades de metano y CO2, así como los productos que requieren mucha refrigeración, como lácteos y mariscos. La experta sugiere consumir alimentos frescos y reducir la cantidad de productos que requieren refrigeración para minimizar el impacto ambiental: "Mientras más fresco lo consumamos y menos refrigeración utilicen, más sustentables para el medio ambiente."
Una alimentación sustentable promueve la biodiversidad y respeta la cultura local. También busca la equidad entre los productores y consumidores, asegurando que todos tengan acceso a alimentos nutritivos y seguros.
La Lcda. Ortiz resalta la importancia de reducir el desperdicio de alimentos, ya que en Estados Unidos se estima que entre el 30% y el 40% de los alimentos se desperdician, contribuyendo a problemas ambientales y económicos: "El desperdicio de alimentos es uno de los problemas que tenemos que puede afectar el ambiente."
Para reducir el desperdicio de alimentos, la Lcda. Ortiz recomienda planificar las compras con anticipación, usar aplicaciones para listas de compras, y verificar el refrigerador antes de salir de casa. "Comprar lo necesario, no desviarse mucho de esa lista porque esa lista nos ayuda a controlar alimentos que no necesitamos", aconseja la experta.
Comprar frutas y vegetales de temporada puede ayudar, incluso comprar aquellos que no son estéticamente perfectos, pero que mantienen su valor nutricional, también es clave. " son esas frutas y vegetales que no tienen la forma más estética que nosotros conocemos, pero que no afecta lo que es su contenido nutricional," menciona.
Mantener una alacena y refrigerador a temperaturas adecuadas y utilizar alimentos antes de que se deterioren son estrategias efectivas para minimizar el desperdicio. La Lcda. Ortiz también sugiere congelar alimentos perecederos, como fresas y plátanos, para prolongar su vida útil: "Muchas personas me dicen que compro fresas y se me dañan rápido, pero usted puede utilizarlas frescas los primeros días y tan pronto vea alguna que se está deteriorando, picarlas y congelarlas."
Por años se han catalogado a los alimentos sustentables a aquellos productos elaborados por los agricultores, como las frutas y verduras, así como aquellos cuya realización depende de empresas que desarrollan prácticas de producción con un impacto mínimo en el medio ambiente. Por esto la experta enfatiza la importancia de apoyar a los agricultores locales y consumir productos locales para reducir la huella de carbono: "El Departamento de Agricultura de Puerto Rico tiene lo que son los calendarios de mercados para que usted pueda promover lo que son las frutas y vegetales de temporada."