El creciente uso recreativo del óxido nitroso, impulsado por su bajo costo y fácil acceso, requiere atención urgente para evitar más casos de graves complicaciones de salud.
Una joven de 21 años ingresó al hospital con síntomas graves tras el abuso crónico de óxido nitroso. La paciente presentaba dificultad respiratoria, mareos y parestesias en las extremidades, entre otros síntomas.
Según indicó la paciente, había consumido ocasionalmente esta sustancia, pero la ingesta en los últimos meses habría sido mayor. Cinco semanas antes de su ingreso a urgencias, consumió entre 3.600 y 7.200 gramos de óxido nitroso (cerca de 6 a 12 botes de 600g) diarios.
Los dos días posteriores a la hospitalización, la paciente aún presentaba confusión y debilidad general. Se le realizó una tomografía computarizada, que reveló un infarto cerebral central izquierdo reciente. Por otro lado, según el ecocardiograma realizado, la paciente padecía un ventrículo derecho dilatado con un trombo en el ventrículo derecho y una derivación de derecha a izquierda a nivel auricular.
Al día siguiente, se le diagnosticó trombosis de la arteria basilar, y se confirmó la presencia de infartos isquémicos extensos en el lado izquierdo.
Se diagnosticó embolia pulmonar con signos de sobrecarga ventricular derecha y varios infartos isquémicos. Simultáneamente se realizaron varias pruebas de laboratorio para detectar anomalías en la coagulación y trombofilia, pero los resultados fueron normales.
Inicialmente, la paciente fue tratada con heparina de bajo peso molecular y cianocobalamina oral. El trombo se extrajo mediante una trombectomía pulmonar endovascular, sin embargo, se detectaron más trombosis en las piernas, y en la arteria ilíaca (derecha). También se diagnosticó infarto de bazo y riñón.
La trombosis de la arteria basilar detectada en la resonancia magnética se trató con una trombectomía endovascular intracraneal.
Las consecuencias del abuso de este gas dejaron a la paciente en silla de ruedas, a pesar de su mejora gradual. Tras 14 días de hospitalización, fue trasladada a un centro de neurorrehabilitación.
Según los autores, hasta la fecha se han notificado pocos casos de complicaciones tromboembólicas tras la ingesta de grandes cantidades de óxido nitroso.
Desafortunadamente, los informes reportan que el uso recreativo de esta sustancia es cada vez más popular, gracias a su bajo costo y facilidad de uso. Sin embargo, conociendo los riesgos significativos del óxido nitroso para la salud humana, los autores del caso sugieren la implementación de restricciones similares a las existentes en países como Países Bajos, Dinamarca, Suiza, Reino Unido y Alemania.
El óxido nitroso es, supuestamente, una sustancia de bajo riesgo porque su efecto es de corta duración. No obstante, la Sociedad Alemana de Neurología asegura que se trata de una "falacia masiva".
Lo cierto es que el número de personas que acuden a los centros médicos con dolencias neurológicas graves y poco claras, así como con trastornos del hemograma tras el consumo de óxido nitroso, está en aumento.
Acceda al caso completo aquí.