En contraste, un resumen de estudios publicados en 2020 sobre 250,000 mujeres en Estados Unidos no encontró un vínculo estadístico entre el uso de talco en los genitales y el cáncer de ovario.
La reciente evaluación de la carcinogenicidad del talco y el acrilonitrilo ha sido publicada en The Lancet Oncology, presentando las conclusiones de la 136.ª reunión de las Monografías de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC).
La IARC, agencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha clasificado al talco como "probablemente cancerígeno para los humanos" (Grupo 2A). Esta decisión se basa en evidencia limitada que sugiere que el talco puede causar cáncer de ovario en humanos, así como en suficiente evidencia de su vínculo con cáncer en ratas y fuerte evidencia mecanicista que muestra signos cancerígenos en células humanas.
El talco es un mineral natural extraído en muchas partes del mundo y comúnmente utilizado en productos como talco para bebés, cosméticos, productos farmacéuticos y artículos de cuidado personal. La mayoría de las personas están expuestas al talco a través de estos productos, pero la exposición más significativa ocurre durante su extracción, procesamiento y fabricación.
La agencia indicó que numerosos estudios han mostrado un aumento constante en la tasa de cáncer de ovario en mujeres que usan talco en sus genitales. Sin embargo, no se puede descartar que el talco presente en algunos estudios estuviera contaminado con amianto, una sustancia conocida por ser cancerígena. A pesar de estos hallazgos, no se pudo establecer completamente un papel causal del talco en el cáncer de ovario, según la IARC.
Kevin McConway, estadístico de la Open University del Reino Unido, quien no participó en la investigación, advirtió sobre la interpretación errónea de la evaluación de la IARC. Señaló que la agencia solo pretende responder si la sustancia tiene el potencial de causar cáncer bajo algunas condiciones específicas, pero los estudios observacionales no pueden probar causalidad definitiva. "No hay ninguna prueba irrefutable de que el uso de talco provoque mayor riesgo de cáncer", añadió McConway.
Este anuncio se produce semanas después de que Johnson & Johnson acordara pagar $700 millones de dólares para resolver acusaciones de que engañó a los clientes sobre la seguridad de sus productos a base de talco.
Un resumen de estudios publicados en 2020 sobre 250,000 mujeres en Estados Unidos no encontró un vínculo estadístico entre el uso de talco en los genitales y el cáncer de ovario.
En contraste, el acrilonitrilo ha sido clasificado como "carcinógeno para los humanos" (Grupo 1). La IARC encontró suficiente evidencia de que el acrilonitrilo causa cáncer en humanos, específicamente cáncer de pulmón, y evidencia limitada que lo relaciona con el cáncer de vejiga.
El acrilonitrilo es un compuesto orgánico volátil utilizado principalmente en la producción de polímeros para la fabricación de fibras para ropa, alfombras, otros textiles y plásticos. La exposición al acrilonitrilo puede ocurrir a través del humo del tabaco (tanto de primera como de segunda mano), contaminación del aire y potencialmente a través de impresoras 3D. Los trabajadores en la producción de acrilonitrilo, plásticos, resinas, fibras y caucho sintético también están en riesgo.
El informe de la IARC subrayan la preocupación por los riesgos de cáncer asociados con el talco y el acrilonitrilo. Mientras que el acrilonitrilo ha sido confirmado como un carcinógeno para los humanos, el talco ha sido clasificado como probablemente carcinógeno, con debates y controversias en torno a su impacto en la salud. La evaluación de estas sustancias y su impacto en la salud pública sigue siendo un tema crucial de investigación y discusión en la comunidad científica.