Los pacientes suelen experimentar inflamación y dolor en las pequeñas articulaciones, como los nudillos y las muñecas, aunque, a medida que avanza la enfermedad, suele extenderse a las muñecas, rodillas, tobillos, codos, cadera y hombros.
La artritis reumatoide es un trastorno inflamatorio crónico que puede afectar más que solo las articulaciones. En algunas personas, la afección puede dañar distintos sistemas corporales, incluida la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos.
En el marco de la convención de la Asociación de Reumatólogos de Puerto Rico, la Dra. Franchesca Cruz, reumatóloga con práctica en Aguadilla, conversó con la RevistaMSP sobre la artritis reumatoide, sus factores de riesgo, tratamientos y diagnóstico actual.
¿Qué es la artritis reumatoide y por qué se desarrolla?
En palabras de la especialista, en la artritis reumatoide "lo que ocurre es que el sistema inmune se sobreactiva y va a afectar principalmente las articulaciones importantes" explica. "También puede afectar otros órganos como el pulmón. Esta inflamación crónica y persistente puede lograr que llegue a tener deformación y destrucción articular".
A diferencia del daño por desgaste de la osteoartritis, la artritis reumatoide afecta el revestimiento de las articulaciones y su hinchazón es tan agresiva y dolorosa que puede finalmente causar la erosión ósea y la deformidad de las articulaciones.
Esta condición es multifactorial. "Hay un factor hereditario: si nuestros padres o familiares de primera generación, tuvieron la condición pues ya hay una predisposición" comenta la experta. Además, ciertos genes pueden activarse debido a factores estresantes o infecciones virales, desencadenando la enfermedad.
Si bien los genes no causan artritis reumatoide, pueden aumentar las probabilidades de reaccionar a los factores ambientales, como infección con determinados virus y bacterias, que pueden desencadenar la enfermedad.
Los pacientes suelen experimentar inflamación y dolor en las pequeñas articulaciones, como los nudillos y las muñecas, aunque, a medida que avanza la enfermedad, los síntomas suelen extenderse a las muñecas, las rodillas, los tobillos, los codos, la cadera y los hombros.
Algunas veces, las personas que padecen artritis reumatoide también presentan signos y síntomas que no impliquen a las articulaciones. Las zonas que pueden estar afectadas incluyen piel, ojos, pulmones, corazón y riñones.
Estos síntomas pueden variar en intensidad e incluso pueden aparecer y desaparecer. Los períodos de mayor actividad de la enfermedad, denominados brotes, se alternan entre períodos de remisión relativa, cuando la hinchazón y el dolor se disipan o desaparecen.
En el manejo de la artritis reumatoide (AR), existen varios anticuerpos que son bastante específicos para la enfermedad. Uno de estos es el anticuerpo CSP, que se sabe que puede estar asociado con un mayor involucramiento pulmonar y una mayor agresividad de la condición. La presencia de este anticuerpo "nos ayuda a hacer el diagnóstico con el aspecto clínico y la evaluación que se le hace en la oficina" comenta la Dra. Cruz. Sin embargo, es importante destacar que "aunque estos anticuerpos estén presentes, no necesariamente significa que el paciente tiene la condición de artritis reumatoide".
En la evaluación clínica, si se observa que el paciente presenta alguna deformidad, herramientas diagnósticas como "la radiografía o un sonograma del área afectada también ayudan a determinar si tiene sinovitis o inflamación activa". Estas herramientas son cruciales para obtener una imagen clara del estado de las articulaciones del paciente.
Además, hay ciertos factores específicos a considerar al evaluar a los pacientes. "Busco la edad y el sexo del paciente, si prefiere oral o intravenoso" explica la Dra. Cruz. "Usualmente se inicia con la hidroxicloroquina y el metotrexato, son las terapias como anclas para tratar estos pacientes. Luego, dependiendo de la mejoría del paciente en las próximas 6 semanas - 2 meses, se determina si progresaron con los medicamentos".
La Dra. Cruz resalta la importancia de una dieta antiinflamatoria, que reduce el consumo de carnes rojas y azúcares refinadas, y fomenta el consumo de vegetales, frutas, cúrcuma, y omega-3 por sus propiedades antiinflamatorias.
En cuanto a factores externos, también recomienda actividades como el yoga y la meditación para controlar el cortisol, una hormona del estrés que puede agravar la inflamación. Dejar de fumar es otra parte crucial para los pacientes con artritis reumatoide, ya que la nicotina puede empeorar la severidad de la enfermedad.
Es importante realizarse chequeos médicos si se evidencian estos síntomas y llevar el mejor estilo de vida posible para prevenir o para llevar mejor esta condición. "Es una destrucción irreversible pero totalmente prevenible con los tratamientos actuales" concluyó la experta.
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