Las ubicaciones de las lesiones que causan la tartamudez neurogénica se asignan a una red cerebral común, que incluye áreas del cerebro que también demuestran relevancia para la tartamudez persistente del desarrollo.
Un grupo internacional de investigadores, liderado por científicos de la Universidad de Turku y el Hospital Universitario de Turku en Finlandia, ha identificado la red cerebral responsable de la tartamudez. Este descubrimiento representa un avance significativo en la comprensión y tratamiento de este trastorno del habla, que afecta a una de cada cien personas en el mundo.
La tartamudez, caracterizada por repeticiones, prolongaciones o pausas involuntarias que interfieren con la fluidez del habla, afecta aproximadamente al 1% de los adultos y puede causar serios problemas de comunicación y ansiedad social. Aunque comúnmente se presenta como un trastorno del desarrollo, también puede ser causada por daños cerebrales focales, como los provocados por un accidente cerebrovascular. Estos casos proporcionan una oportunidad única para estudiar las regiones cerebrales implicadas en la tartamudez.
El equipo de investigación utilizó datos de tres conjuntos independientes:
1. Informes de casos de la literatura sobre tartamudez neurogénica adquirida después de un accidente cerebrovascular (20 casos, 14 hombres y 6 mujeres, de 16 a 77 años).
2. Una cohorte de estudio clínico con tartamudez neurogénica adquirida tras un accidente cerebrovascular (20 casos, 13 hombres y 7 mujeres, de 45 a 87 años).
3. Adultos con tartamudez persistente del desarrollo (20 casos, 14 hombres y 6 mujeres, de 18 a 43 años).
Los investigadores encontraron que las lesiones que causaban tartamudez en los casos de accidentes cerebrovasculares se ubicaban en múltiples regiones cerebrales heterogéneas. Sin embargo, todas estas áreas estaban conectadas funcionalmente a una red cerebral común centrada alrededor del putamen izquierdo, incluyendo el claustro y el área de transición amígdaloestriatal. Este hallazgo fue específico para la tartamudez y se replicó en una cohorte clínica independiente.
En adultos con tartamudez persistente del desarrollo, se observó una correlación significativa entre el volumen de materia gris en la red cerebral identificada y la gravedad de la tartamudez. Esto indica que tanto la tartamudez adquirida como la del desarrollo comparten una neuroanatomía común.
El profesor Juho Joutsa, de la Universidad de Turku, comentó que "estos hallazgos explican características bien conocidas de la tartamudez, como las dificultades motoras en la producción del habla y la variabilidad en la gravedad de la tartamudez según los estados emocionales". El putamen, un núcleo profundo en el cerebro, está implicado en la regulación de la función motora, mientras que la amígdala regula las emociones. El claustro actúa como un nodo de comunicación entre diversas redes cerebrales.
Los resultados del estudio proporcionan una nueva perspectiva sobre la base neurobiológica de la tartamudez, sugiriendo que podría tratarse mediante técnicas de estimulación cerebral dirigidas a la red identificada. Los investigadores esperan que en el futuro se desarrollen tratamientos eficaces que mejoren significativamente la calidad de vida de las personas afectadas por la tartamudez.
El estudio confirma que las lesiones que causan la tartamudez neurogénica se asignan a una red cerebral común, que incluye el putamen posteroventral del lado izquierdo, el claustro ventral y el área de transición amígdaloestriatal. Estos hallazgos proporcionan una nueva dirección para el diagnóstico y tratamiento de la tartamudez, proponiendo un circuito neuroanatómico específico y biológicamente plausible para este trastorno del habla.
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