Depresión, aislamiento social y poca estimulación cognitiva aumentan el riesgo de desarrollar alzhéimer

En cuanto a los avances médicos, el experto señaló que si bien existen nuevos medicamentos que buscan reducir las placas de proteínas beta-amiloide y tau en el cerebro, aún no se ha encontrado una cura definitiva.

Katherine Ardila

    Depresión, aislamiento social y poca estimulación cognitiva aumentan el riesgo de desarrollar alzhéimer

    El caso de Oscar López Rivera, ex preso político puertorriqueño que pasó más de tres décadas en prisión, ha despertado un debate sobre el impacto del encarcelamiento prolongado y el confinamiento solitario en la salud mental y neurológica. 

    Su diagnóstico de alzhéimer plantea preguntas sobre hasta qué punto su encierro, y en particular los 12 años en aislamiento, pudieron haber influido en el desarrollo o la aceleración de la enfermedad.  

    Por esto, desde la Revista MSP nos contactamos el doctor José Carrión, catedrático en salud pública del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico y especialista en gerontología, para que ahondara en el tema.

    ¿Qué es el alzhéimer?

    Inicialmente, explica que el alzhéimer es un tipo de demencia caracterizada por la acumulación de placas beta-amiloides y ovillos de proteína tau en el cerebro, lo que causa la muerte progresiva de neuronas. 

    En sus palabras, "cuando unos dos tipos de moléculas principales, no se metabolizan adecuadamente en el cerebro, van dejando unos residuos que se encajan entre neuronas, impidiendo su comunicación, y, eventualmente, cuando van muriendo un número suficientemente grande de estas neuronas, el ser humano va perdiendo las capacidades".

    Si bien existen factores de riesgo genéticos, cada vez hay más evidencia de que el entorno y el estilo de vida pueden jugar un papel determinante en su desarrollo.  

    ¿Qué me puede predisponer a desarrollar alzhéimer?

    Según el Dr. Carrión, "desde el área de los estudios epidemiológicos nos dicen cuáles son los factores que se asocian más al riesgo de desarrollar demencia. Estos factores de riesgo son la diabetes, hipertensión, obesidad, estilo de vida sedentario, depresión, pero sobre todo la falta de socialización positiva, la falta de comunicación". 

    En el caso de López Rivera, quien pasó un período considerable en confinamiento solitario, se dan las tres condiciones: la ausencia de interacción social positiva, la privación de estimulación mental y una posible carga emocional intensa asociada al encierro.  

    De hecho, un estudio publicado en la revista The Lancet, hace algunos años, reforzó esta conexión al segmentar los factores de riesgo para la demencia a lo largo de la vida

    El Dr. Carrión detalló que el estudio analizó desde la etapa prenatal, considerando la exposición a drogas y violencia, hasta la adultez, incluyendo la mala nutrición, la pobreza, los problemas sensoriales y enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión. 

    "Es un estudio realmente exquisito en términos del diseño y la calidad de los datos que utilizaron", dijo.

    Traumas, violencia y privación de la libertad: Factores a tener en cuenta 

    Otro aspecto que el doctor Carrión resalta es el impacto del trauma en la salud cerebral. Experiencias traumáticas, especialmente en la infancia, han sido asociadas con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas en la adultez. 

    En el caso de López Rivera, su participación en eventos políticamente cargados, su encarcelamiento y su experiencia como veterano de Vietnam pueden haber sido factores de estrés crónico. 

    "Habría que ver cómo él lo interpretó, cómo vivió esas experiencias", reflexionó Carrión.

    Sin embargo, recalca que algunos estudios han demostrado que personas que han vivido situaciones de violencia, pobreza extrema o encarcelamiento tienen una mayor incidencia de demencia en edades avanzadas. 

    Aunque el especialista aclara que no siempre es así, pues, la manera en que una persona interpreta y enfrenta el trauma también influye en sus efectos. Individuos con una fuerte resiliencia psicológica pueden mitigar el impacto del estrés extremo. 

    ¿Cómo manejar un diagnóstico de demencia

    Ante este diagnóstico, el experto mencionó lo importante que es el apoyo emocional y la educación para los familiares. "La mejor recomendación que puedo dar...  es el amor. El amor es la mejor medicina", expresó.

    "Llega el momento en que lo que haya pasado anteriormente deja de ser importante si la persona no puede recordar. El paciente entra en un estado de confusión y lo que esa persona necesita es apoyo constante y mucho amor". 

    Además del amor, la educación es clave para el manejo de la enfermedad. "Es importante que las familias de todas las personas con demencia se eduquen sobre lo que es esta condición o lo que son estas condiciones, las demencias, y cómo manejarlo", añadió. 

    En cuanto a los avances médicos, el experto señaló que si bien existen nuevos medicamentos que buscan reducir las placas de proteínas beta-amiloide y tau en el cerebro, aún no se ha encontrado una cura definitiva. 

    "Tristemente, con estos medicamentos todavía no hemos visto una mejoría absoluta, no hemos visto que curen nada, pero se han visto efectos positivos en 25, 30, 35 por ciento de los pacientes". 

    La socialización positiva, la estimulación cognitiva y el arte pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de los pacientes, aunque no curen la enfermedad.

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