La caída de estrógenos durante la menopausia es uno de los factores protectores que se pierde, y es cuando se iguala la prevalencia de enfermedades cardiovasculares en comparación con los hombres
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en mujeres a nivel mundial, pero sus síntomas y factores de riesgo suelen ser diferentes a los de los hombres, lo que dificulta y retrasa su diagnóstico.
Para entender mejor cómo las mujeres pueden cuidar su corazón, la Dra. Ingrid Casallas, cardióloga clínica de la red hospitalaria Medellín, explica los riesgos cardiovasculares y cómo prevenirlos.
Según la Dra. Casallas, en las mujeres, el diagnóstico suele ser tardío: "En las mujeres, su diagnóstico es un poquito más retrasado, esto se debe a muchos factores: presentan síntomas diferentes, hay dificultades en el diagnóstico y en la implementación del tratamiento", explicó la especialista.
Además, destacó algo sumamente importante: “después de las enfermedades ginecológicas, las afecciones cardiovasculares son una de las principales causas de mortalidad y afectación en la calidad de vida de las mujeres”.
"Los riesgos son quizá un poco distintos. Hay riesgos compartidos, como la dislipidemia, la diabetes y la enfermedad renal crónica, pero también hay factores hormonales que son muy importantes y condiciones propias de la mujer”, añadió.
La doctora profundizó en los factores de riesgo únicos que enfrentan las mujeres, especialmente aquellos relacionados con los cambios hormonales.
"La caída de estrógenos durante la menopausia es uno de los factores protectores que se pierde, y es cuando se iguala la prevalencia de enfermedades cardiovasculares en comparación con los hombres", señaló.
Además, mencionó condiciones específicas como la preeclampsia y la diabetes gestacional durante el embarazo, que pueden aumentar el riesgo cardiovascular en el futuro. "Estas condiciones pueden influir en la calidad de vida de la paciente, incluso en mujeres jóvenes de treinta o cuarenta años que aún no han perdido la protección hormonal", explicó.
“Estas vendrían siendo las condiciones que presentan las mujeres, diferentes a las de los hombres, que las hacen más susceptibles de enfermedad cardiovascular”, explicó.
Por otro lado, también mencionó riesgos compartidos con los hombres, como el sedentarismo, el tabaquismo, una alimentación poco saludable, la hipertensión no controlada y la apnea del sueño. "La enfermedad renal también es otro factor de riesgo que aumenta las enfermedades cardiovasculares", agregó.
Uno de los temas que más llamó la atención de la audiencia fue el uso de terapias de reemplazo hormonal y su relación con el riesgo cardiovascular.
"Es difícil trabajarlo. Cuando evaluamos a una mujer en una consulta de prevención, es importante sopesar el riesgo y el beneficio. El reemplazo hormonal debe realizarse sólo cuando es estrictamente necesario", afirmó.
También mencionó que los anticonceptivos orales pueden aumentar el riesgo cardiovascular, especialmente en mujeres con antecedentes familiares o personales de enfermedades del corazón. "En estos casos, se pueden buscar métodos no hormonales para reducir el riesgo", recomendó.
La Dra. Casallas enfatizó que, aunque muchos síntomas cardiovasculares son compartidos entre hombres y mujeres, las mujeres suelen presentar signos atípicos que pueden retrasar el diagnóstico.
"Las mujeres tienen síntomas inusuales, como dolor en la boca del estómago (epigastrio), dolor dorsal o en la espalda, palpitaciones y ahogo súbito" explicó.
Además, mencionó síntomas más convencionales que también deben ser motivo de alerta: "Dolor en el pecho intenso y opresivo, fatiga al caminar distancias cortas, retención de líquidos e inflamación de piernas o cara son signos de alarma que no deben ignorarse".
La especialista también destacó que "eventos emocionales fuertes pueden llevar a cardiomiopatías por estrés, que son más frecuentes en mujeres que en hombres", señaló.
Para prevenir las enfermedades cardiovasculares, la experta hizo hincapié en adoptar un estilo de vida saludable desde una edad temprana: "La idea no es limitar a los pacientes en su alimentación, sino enseñarles desde jóvenes a llevar una dieta saludable", afirmó.
Además, recomendó realizar actividad física regular: "Ejercicio físico treinta minutos al día, de lunes a viernes, es muy bueno. La sociedad americana recomienda al menos 150 minutos a la semana".
Finalmente, la cardióloga hizo un llamado a las mujeres a estar atentas a cualquier síntoma inusual y a buscar ayuda médica de manera oportuna. "Identificar tempranamente síntomas que no sean normales y que puedan estar asociados a eventos emocionales o físicos es clave para prevenir complicaciones", concluyó.