El cáncer de tiroides es una patología poco frecuente, que afecta a menos del 3% de los casos de cáncer en Estados Unidos y Puerto Rico.
El cáncer de tiroides es uno de los tipos más raros de cáncer, pero su incidencia ha ido creciendo debido a los avances en las técnicas de diagnóstico.
A pesar de que en la mayoría de los casos tiene un buen pronóstico, cada tipo de cáncer de tiroides presenta características particulares en cuanto a agresividad, formas de tratamiento y tasa de supervivencia.
En una entrevista exclusiva con la revista Medicina y Salud Pública, el Dr. Pedro Solivan, hematólogo oncólogo, explica los tipos de cáncer de tiroides, su diagnóstico diferencial, la prevalencia de la enfermedad y los tratamientos disponibles.
También aborda cómo esta enfermedad afecta principalmente a las mujeres y cómo se puede vivir una vida normal tras su tratamiento.
“El cáncer de tiroides ocurre cuando las células en la glándula tiroidea, que es responsable de regular las hormonas del cuerpo, se alteran y crecen de manera descontrolada”, explica el Dr. Solivan.
“La glándula de la tiroides controla hormonas esenciales que regulan las funciones del cuerpo. Este órgano tiene diferentes departamentos, cada uno produciendo una hormona específica. Cuando estas células se dañan, pueden convertirse en cancerosas.”
A pesar de ser poco frecuente, el cáncer de tiroides tiene un pronóstico relativamente bueno, según el Dr. Solivan:
“Menos del 3% de todos los cánceres diagnosticados son de tiroides. Si comparamos con otros tipos de cáncer, como el de pulmón o de colon, que tienen una mayor prevalencia, el cáncer de tiroides es mucho menos común”, asegura.
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Tipos de cáncer de tiroides: La importancia de un diagnóstico temprano
El Dr. Solivan destacó los diferentes tipos de cáncer de tiroides, siendo el cáncer papilar el más común y con un pronóstico generalmente favorable.
“El cáncer papilar es bastante lento y se puede tratar con cirugía y radioterapia. En la mayoría de los casos, responde bien al tratamiento”, explica.
El carcinoma papilar es el tipo más frecuente de cáncer de tiroides, representando aproximadamente el 80-85% de los casos. Se origina en las células foliculares de la tiroides y, en general, tiene un crecimiento lento.
Sin embargo, existen tipos más agresivos, como el cáncer medular de tiroides, que tiene una tasa de mortalidad más alta.
El carcinoma medular constituye alrededor del 4-5% de los cánceres de tiroides y se origina en las células C, responsables de producir calcitonina. Este tipo puede ser esporádico o hereditario, asociado con síndromes como la neoplasia endocrina múltiple tipo 2.
“Este tipo de cáncer es mucho más peligroso. Aunque representa una pequeña fracción de los casos de cáncer de tiroides, su diagnóstico y tratamiento son mucho más complejos”, comentó el Dr. Solivan.
Nódulos tiroideos: la importancia de un diagnóstico diferencial
El Dr. Solivan también aclaró que no todos los nódulos en la tiroides son cancerosos. “Muchos nódulos son benignos y no representan un riesgo. Sin embargo, siempre deben ser evaluados por un especialista. Afortunadamente, la biopsia de tiroides es un procedimiento sencillo y efectivo para descartar o confirmar la presencia de células cancerosas”, explicó.
¿Quiénes corren mayor riesgo de padecer cáncer de tiroides?
Aunque puede ocurrir a cualquier edad, el Dr. Solivan explicó que la incidencia de cáncer de tiroides es más alta en personas de entre 30 y 50 años, especialmente en mujeres.
“La mayoría de los casos se diagnostican en mujeres entre los 40 y los 50 años, ya que la enfermedad está relacionada con los cambios hormonales. Durante la menopausia, por ejemplo, las mujeres tienen un riesgo más alto de padecer trastornos tiroideos”, indicó el experto.
“Las mujeres tienen una interacción genética más compleja debido a su capacidad para concebir, lo que podría aumentar su riesgo de desarrollar problemas tiroideos. Además, factores como la tiroiditis autoinmune, como la enfermedad de Hashimoto, pueden predisponer a las mujeres a desarrollar cáncer de tiroides”, señaló.
Tratamiento para el cáncer de tiroides: ¿qué opciones existen?
El tratamiento principal para el cáncer de tiroides es la extracción de la glándula. “La tiroides es una glándula reemplazable. En la mayoría de los casos, la cirugía es la solución definitiva, y una vez extraída, los pacientes pueden llevar una vida normal”, aseguró el Dr. Solivan.
El seguimiento posterior a la cirugía incluye la administración de levotiroxina, una hormona tiroidea sintética, para mantener el equilibrio hormonal en el cuerpo. “El tratamiento complementario, como la terapia con yodo radiactivo, es utilizado para eliminar células cancerosas remanentes y prevenir recaídas”, añadió el hematólogo oncólogo.
Después de la extracción de la tiroides, los pacientes generalmente pueden llevar una vida normal, siempre que sigan las indicaciones médicas para la reposición hormonal. “El principal desafío es mantener un control adecuado de los niveles hormonales. Si se sigue el tratamiento correctamente, los pacientes pueden regresar a sus actividades cotidianas sin mayores complicaciones”, concluyó el Dr. Solivan.