Estudios han revelado alta prevalencia de dolor pélvico severo y desregulaciones del ciclo menstrual en adolescentes, lo que podría ser un indicador temprano de endometriosis u otras condiciones como el síndrome de ovarios poliquísticos o trastorno disfórico premenstrual.
La endometriosis, una enfermedad crónica que afecta a aproximadamente el 10% de las mujeres en edad reproductiva a nivel mundial, es vista como todo un reto médico debido a su complejidad, diagnóstico tardío y limitaciones en los tratamientos disponibles.
En este contexto, la Dra. Idhaliz Flores, principal investigadora de la endometriosis en Puerto Rico y profesora del Ponce Health Sciences University, ha liderado esfuerzos innovadores para comprender mejor esta condición y desarrollar soluciones que mejoren la calidad de vida de las pacientes.
En un espacio de la Revista MSP, dedicado a hablar especialmente sobre la endometriosis, la Dra. Flores compartió los avances más relevantes de su investigación, resaltando el enfoque en tratamientos no hormonales, diagnóstico temprano y el rol tan importante de la educación y concienciación.
Uno de los principales desafíos en el manejo de la endometriosis es la dependencia de terapias hormonales, que, aunque son el estándar actual, no son efectivas para todas las pacientes y pueden generar efectos secundarios significativos.
La Dra. Flores y su equipo han centrado sus esfuerzos en explorar alternativas no hormonales, utilizando modelos animales y colaboraciones interdisciplinarias:
"Utilizando un modelo de rata y en colaboración con un grupo de fisiólogas y neurocientíficas, hemos estado investigando una línea que tiene que ver con el manejo del estrés desde puntos de vista diferentes, que puede ser desde el manejo biopsicosocial o también desde el manejo farmacológico", explicó.
Este enfoque ha permitido identificar una molécula clave en la regulación del eje del cortisol, conocido como la "hormona del estrés". Según la investigadora, esta molécula podría convertirse en un tratamiento innovador.
"Farmacológicamente descubrimos que hay una molécula que maneja todo lo que es el eje del cortisol, o la molécula del estrés, y hemos podido identificar a esta molécula como un potencial dienoterapéutica, es decir, que si atacamos ese eje, las lesiones de endometriosis disminuyen y también el dolor", detalló.
Además, la Dra. Flores mencionó que están trabajando en la comercialización de este nuevo medicamento a través de una startup surgida en el Ponce Research Institute.
Otra línea de investigación se enfoca en la prevención y el diagnóstico temprano de la endometriosis, especialmente en adolescentes.
"Nos hemos dado la tarea de estudiar a las adolescentes y su ciclo menstrual. ¿Qué está pasando con esta chica en su menstruación, en sus periodos? ¿Cómo es su ciclo menstrual? ¿Cómo es la experiencia de ellas durante este proceso?", señaló.
Los estudios han revelado una alta prevalencia de dolor pélvico severo y desregulaciones del ciclo menstrual en adolescentes, lo que podría ser un indicador temprano de endometriosis u otras condiciones como el síndrome de ovarios poliquísticos (SOP) o el trastorno disfórico premenstrual (TDPM).
"Lo que esperamos es llevar el mensaje de que si estos síntomas se están presentando en tan temprana edad, pudieran indicar estas condiciones y hay que llevar a estas chicas a buscar tratamiento a tiempo", enfatizó.
Uno de los mayores desafíos en la endometriosis es el diagnóstico tardío, pues, según la experta, " en Puerto Rico se tarda nueve años el diagnóstico de endometriosis desde que comienzan los síntomas". Por estos motivos, la Dra. Flores y su equipo están investigando biomarcadores que permitan un diagnóstico más temprano.
"Necesitamos biomarcadores específicos y no invasivos para la endometriosis. A nivel mundial se están llevando actualmente muchos estudios para identificar moléculas que circulan en la sangre, por ejemplo, que la podamos detectar en un laboratorio", explicó.
La investigadora también colabora con el estudio EMMA, un consorcio internacional que busca desarrollar métodos de diagnóstico basados en biomarcadores sanguíneos y perfiles fenotípicos.
La Dra. Flores destacó avances en la comprensión de los factores genéticos y epigenéticos asociados a la endometriosis.
"Estudios que se han llevado a cabo a nivel mundial han identificado sobre 40 variantes genéticas que nos están dando un poquito de luz acerca de cuáles son esos genes, esas proteínas que se afectan y que pudieran estar causando que se resulte la endometriosis o que progrese la endometriosis", señaló.
Además, resaltó el papel del sistema inmunológico en el desarrollo de la enfermedad, aunque aún queda mucho por explorar en este campo.
"Desde hace varias décadas conocemos que el sistema inmunológico tiene un rol bien importante en la endometriosis, así como en el cáncer. Pero a diferencia del cáncer, donde actualmente una de las terapias más revolucionarias es la inmunoterapia, esto no se ha explorado de la manera que debería en la endometriosis", afirmó.
A pesar de los avances, la investigación sobre la endometriosis enfrenta desafíos grandes, particularmente en la obtención de fondos. La Dra. Flores lamentó que los recursos disponibles no sean proporcionales a la prevalencia de la enfermedad.
"El reto más grande que tenemos actualmente en términos de las investigaciones sobre la endometriosis es los fondos de investigación, que no solamente son muy pocos, no van a la par con la prevalencia de la condición, sino que actualmente también hemos tenido que enfrentar unas ciertas barreras en cuanto a lo que es la salud de la mujer específicamente", lamentó.
Sin embargo, la investigadora se mantiene optimista: "Esperamos que los estudios que estamos llevando a cabo por nuestro startup Sur 180 Therapeutics puedan llevar a encontrar unas moléculas que farmacológicamente puedan atacar la endometriosis sin afectar las hormonas", expresó.
Finalmente, mencionó el valor de la educación y la concienciación pública para mejorar el diagnóstico y manejo de la endometriosis.
"La educación sobre endometriosis, dolor pélvico, infertilidad, sobre todos estos temas que impactan a las mujeres es trascendental. Tenemos que educar a todos los niveles, desde la clase médica para que puedan entender las problemáticas, los retos, los desafíos de las mujeres con dolor pélvico, con endometriosis, las comunidades, las parejas, los familiares, maestros de salud de nuestras escuelas, etc", concluyó.