Factores como el estrés, cambios en el sueño, fluctuaciones hormonales en las mujeres, ciertos alimentos, cambios climáticos y la presión barométrica pueden desencadenar o exacerbar los ataques de migraña.
La migraña no solo es una de las cefaleas primarias más prevalentes a nivel global, sino que también se encuentra entre las principales causas de discapacidad en personas jóvenes y en edad productiva, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El reconocimiento temprano y el manejo oportuno de la migraña son esenciales para prevenir la progresión hacia formas crónicas y para reducir la frecuencia e intensidad de los episodios. La incapacidad temporal que genera cada crisis migrañosa afecta directamente la funcionalidad laboral, académica y social.
La Dra. Jéssica Abreu García, neuróloga especialista en migraña del Hospital Damas, explica en detalle esta condición, sus causas, diagnóstico y tratamiento, siempre recalcando lo importante de un enfoque multidisciplinario para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
La migraña es una enfermedad neurológica en la que los pacientes presentan una hipersensibilidad a estímulos externos. Según la Dra. Abreu, "está compuesta por un dolor de moderado a severo, asociado con náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz, al ruido y a los olores fuertes. Algunos pacientes también pueden presentar mareos".
Pero, ¿Por qué da migraña? Vale la pena recordar que la predisposición genética juega un papel importante aquí. La especialista explica que "Cuando familiares como papá o mamá tienen migraña, hay una probabilidad de un 50% de que los hijos puedan tener migraña. Y cuando los dos papás tienen migraña, entonces hay un 75% de probabilidad de que los hijos también la tengan".
Sin embargo, factores como "el estrés, cambios en el sueño, fluctuaciones hormonales en las mujeres, ciertos alimentos, cambios climáticos y la presión barométrica pueden desencadenar o exacerbar los ataques de migraña".
El diagnóstico de la migraña comienza con una evaluación clínica exhaustiva. La Dra. Abreu detalla que "cuando los pacientes llegan a mi oficina buscando un diagnóstico de migraña, lo primero que hago es un buen historial para saber la sintomatología, los síntomas asociados a ese dolor de cabeza. Un examen neurológico".
Si durante el examen se identifican "banderas rojas" que sugieran que el dolor de cabeza podría ser secundario a otra enfermedad, se realizan estudios de imágenes, como una resonancia magnética (MRI) de cabeza con y sin contraste, y laboratorios para descartar otras causas.
Si todo esto sale negativo, acto seguido "podemos concluir que este paciente lo que tiene es migraña y podemos comenzar a tratarlo".
La migraña se clasifica en dos tipos principales: episódica y crónica. "Episódicas, menos de 15 dolores de cabeza al mes. Y las crónicas, mayor de 15 dolores de cabeza mensual", explica la Dra. Abreu.
Además, existen las migrañas con aura, que incluyen síntomas visuales, sensoriales o de lenguaje antes del dolor de cabeza, y las migrañas sin aura, que presentan los síntomas clásicos sin estos signos previos.
Una vez clasificadas, el tratamiento se divide en dos enfoques: preventivo y agudo.
"Nosotros tenemos medicamentos que lo que van a hacer es controlar, disminuir intensidad y frecuencia de los dolores de cabeza (en el caso del preventivo) y les voy a dar el medicamento agudo que lo que va a hacer es liberarlos del dolor de cabeza en menos de 2 horas".
La experta utiliza el MIDAS score para evaluar la discapacidad causada por la migraña y determinar el tratamiento adecuado. "Usualmente yo empiezo a pacientes en tratamientos preventivos cuando son más de 3 a 4 dolores de cabeza al mes, y le empiezo tratamiento agudo cuando los pacientes tienen solamente 1 o 2 dolores de cabeza al mes", señala.
Medicamentos preventivos: Los tratamientos preventivos incluyen medicamentos tradicionales como anticonvulsivos, antidepresivos y antihipertensivos, así como terapias más recientes, como los anticuerpos monoclonales que bloquean el péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP).
"Estos monoclonales se encontraron que son verdaderamente los medicamentos preventivos a elegir para la migraña", destaca la especialista. También se utilizan los gepantes, moléculas pequeñas que actúan sobre el receptor CGRP, y el Botox para pacientes con migraña crónica.
Medicamentos agudos: Para el tratamiento agudo, los triptanes son la opción principal. "Hay 7 tipos de triptanes, que depende del tratamiento que al paciente, el mejor que al paciente le caiga, lo podemos utilizar", explica la Dra. Abreu.
En pacientes con comorbilidades cardiovasculares, se prefieren los gepantes como el ubrogepán y el rimegepán, que son seguros para estos casos.
- Niños: En menores de edad, el tratamiento se centra en cambios de estilo de vida y suplementos como magnesio, coenzima Q10 y vitamina B2. Solo dos triptanes están aprobados para niños mayores de 11 años.
- Mujeres embarazadas: Durante el embarazo, se evitan medicamentos teratogénicos y se utilizan neuroestimuladores y bloqueos de lidocaína. La Dra. Abreu enfatiza la importancia de la planeación: "Cuando tengo pacientes que están en edad reproductiva, antes de yo decidir qué tratamiento comenzar, yo lo primero que hago es preguntarle si ellas desean próximamente quedar embarazadas".
Finalmente, la experta menciona que la migraña es una condición crónica que requiere un manejo integral. "El médico primario debe tener comunicación con el médico subespecialista. Ellos pueden comenzar al paciente con medicamentos preventivos orales que son comunes, y si el paciente ha fallado a uno de estos medicamentos, entonces puede decidir enviarlo con nosotros".
Concluye que "los pacientes tienen que conocer qué cosas le pueden exacerbar sus dolores de cabeza. Debemos dormir nuestras 8 horas y debemos comer a nuestras horas". En algunos casos, el chocolate, el alcohol o las comidas enlatadas, pueden exacerbar estos ataques, por lo que se sugiere evitarlos.