El ensayo clínico de fase 1 de BNT116 tiene como objetivo evaluar la seguridad de la vacuna y la dosis adecuada.
El desarrollo de vacunas basadas en ARN mensajero ha dado un paso significativo con BNT116, la primera vacuna generalizada contra el cáncer de pulmón, que ya ha comenzado su ensayo en seres humanos. Esta vacuna representa para muchos una esperanza para pacientes diagnosticados con cáncer de pulmón de células no pequeñas, el tipo más frecuente de esta enfermedad.
BioNTech, el laboratorio responsable del desarrollo, ha adoptado un enfoque diferente a otras compañías, optando por una vacuna que actúa sobre seis antígenos comunes en las células tumorales de los pacientes.
A diferencia de las terapias personalizadas que identifican antígenos específicos en cada paciente, BNT116 busca ofrecer una solución más universal, facilitando su aplicación en una amplia población de pacientes.
Cada antígeno tiene su propia vacuna, y los pacientes reciben seis inyecciones en un lapso de media hora.
Cada inyección contiene una secuencia de ARN mensajero diseñada para llegar a las células del paciente, desencadenando la producción de antígenos que serán reconocidos por el sistema inmune. Esto permite que el cuerpo active sus mecanismos de defensa para atacar el tumor.
Es importante destacar que BNT116 es una vacuna terapéutica, lo que significa que se administra tras el diagnóstico de cáncer, no como medida preventiva.
El ensayo clínico de fase 1 de BNT116 tiene como objetivo evaluar la seguridad de la vacuna y la dosis adecuada. Un total de 130 pacientes de 34 países, participarán en este estudio.
Los participantes del ensayo han sido diagnosticados con cáncer de pulmón de células no pequeñas, que representa hasta el 85% de los casos de cáncer de pulmón. Entre los pacientes reclutados, se encuentran aquellos en diversas etapas de la enfermedad, desde los que están en fases tempranas antes de la cirugía, hasta aquellos en etapas avanzadas o metastásicas.
La vacuna puede administrarse sola o en combinación con otros tratamientos como quimioterapia (docetaxel o una combinación de carboplatino y paclitaxel) y la inmunoterapia cemiplimab. Esta flexibilidad en los tratamientos busca evaluar dónde resulta más efectiva y segura la vacuna.
Los pacientes recibirán las dosis una vez a la semana durante seis semanas, y luego cada tres semanas durante un año. Los primeros análisis en 18 pacientes tratados en monoterapia sugieren que la vacuna ha sido bien tolerada, presentando un perfil de seguridad acorde con lo esperado para este tipo de medicamentos.
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