Los niveles elevados de glucosa a corto plazo pueden producir síntomas sumamente molestos como visión borrosa, mareos, cansancio, frecuencia urinaria, dificulta la sanación de heridas y aumenta el riesgo de ciertas infecciones.
A nivel mundial, 9 de cada 100 personas tiene diabetes, y en Puerto Rico se estima que 1 de cada 6 es afectada por esta enfermedad, aunque se estima que el número puede ser mayor, según datos del Departamento de Salud de Puerto Rico.
Al igual que la obesidad, la incidencia de diabetes tipo 2 está en aumento. De hecho, según cifras de la Federación Internacional de Diabetes (IDF), más de 200 millones de mujeres viven con esta condición, pero para 2040 se estima que este total alcance los 313 millones.
Existen diferentes categorías de esta condición, siendo las principales la diabetes tipo 1, que es menos frecuente y sucede cuando el cuerpo no produce insulina, y la diabetes tipo 2, cuando el cuerpo no produce ni utiliza bien la insulina.
Por lo general, la diabetes se manifiesta a través del aumento de sed y la frecuencia de micciones, aumento del apetito, visión borrosa, fatiga, entumecimiento en extremidades, presencia de cetonas en la orina, infecciones frecuentes en encías o piel, úlceras que no cicatrizan y pérdida de peso involuntaria.
Estos síntomas, en el caso de los pacientes con diabetes tipo 1, suelen ser repentinos y establecerse en cuestión de semanas. Por el contrario, las manifestaciones de la diabetes tipo 2 suelen progresar muy despacio y ser tan leves que pudieran incluso no notarse.
De hecho, algunas personas con diabetes tipo 2 son diagnosticadas cuando surgen problemas de la salud relacionados con la diabetes, como los problemas del corazón.
Si bien esta es una condición que afecta tanto a hombres como a mujeres, en las féminas se presentan algunos signos de alarma adicionales que pueden ayudar a facilitar su detección.
Infecciones micóticas vaginales y orales, y candidiasis vaginal
La diabetes puede incrementar el riesgo de infecciones por hongos como la candidiasis. Estos episodios se presentan con dolor, picazón y flujo vaginal, lo que puede dificultar las relaciones sexuales.
Infecciones urinarias recurrentes
Las mujeres con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones del tracto urinario, que provocan ardor, dolor al orinar y, en casos graves, orina turbia o con sangre.
Disfunción sexual femenina
La neuropatía diabética, una complicación de la diabetes, puede causar hormigueo y pérdida de sensibilidad en zonas como las manos, pies y piernas, afectando también la vida sexual de las mujeres.
Síndrome de ovario poliquístico (SOP)
El aumento de hormonas masculinas, causado por la diabetes, puede derivar en problemas como aumento de peso, acné, periodos menstruales irregulares e incluso infertilidad.
Como es bien sabido, el desarrollo de la diabetes tipo 2 está muy ligado al estilo de vida y los hábitos alimenticios, sedentarismo y sobrepeso.
Conocer estos síntomas y acudir al médico a tiempo puede marcar una gran diferencia en la vida de las mujeres que sufren diabetes, y evitar complicaciones a largo plazo que pongan más en riesgo la salud de los pacientes.