Terapia criogénica o cirugía oncoplástica: Estos son los 5 avances en la cirugía del cáncer de mama

La práctica actual en el manejo del cáncer de mama prioriza la personalización terapéutica, basada en el subtipo molecular del tumor y factores clínicos y genéticos específicos, para maximizar la eficacia del tratamiento.

Katherine Ardila

    Terapia criogénica o cirugía oncoplástica: Estos son los 5 avances en la cirugía del cáncer de mama

    El cáncer de mama se posiciona como una de las patologías más prevalentes en la población femenina. A pesar de su complejidad, los recientes progresos en su tratamiento, especialmente en el ámbito quirúrgico, están cambiando el paradigma hacia un enfoque más individualizado, eficaz y que minimiza el impacto sobre la calidad de vida de las pacientes.

    La doctora Carmen Ortega, del MD Anderson Cancer Center en Madrid, señala que la tendencia vigente es la elaboración de tratamientos específicos que tienen en cuenta el subtipo molecular del tumor, así como factores personales y familiares de cada paciente. 

    Pues, este enfoque permite optimizar los resultados clínicos y adaptar el tratamiento a las necesidades particulares, garantizando tanto el control de la enfermedad como un impacto reducido en la vida cotidiana de las afectadas.

    Progresos en técnicas quirúrgicas y diagnósticos anticipados  

    Asimismo, las innovaciones tecnológicas, como la resonancia magnética mamaria, han mejorado notablemente la capacidad para identificar lesiones ocultas, facilitando diagnósticos precoces y precisos. 

    Esta evolución, junto con métodos quirúrgicos avanzados, favorece la detección de tumores pequeños en fases iniciales, posibilitando intervenciones menos invasivas y conservadoras.

    "Gracias a estos avances, la mayoría de las pacientes puede beneficiarse de procedimientos quirúrgicos que preservan el tejido sano, limitando la resección únicamente al tumor. Esto resulta en una mejora significativa en la recuperación y en el bienestar psicológico", mencionó la Dra. Ortega.

    Manejo axilar: disminuye la agresividad y complicaciones 

    La linfadenectomía, procedimiento tradicionalmente utilizado para la extirpación de ganglios linfáticos en la axila en el contexto del cáncer de mama, ha sido asociada a efectos adversos como el dolor crónico y el linfedema. 

    En la actualidad, se están explorando alternativas menos invasivas, como la biopsia selectiva de ganglios centinela, que garantiza una seguridad oncológica equivalente pero con un menor riesgo de secuelas.

    Asimismo, los tratamientos neoadyuvantes, tales como la quimioterapia y la inmunoterapia, han demostrado su eficacia en la reducción de la afectación axilar previo a la intervención quirúrgica, facilitando así enfoques más conservadores. 

    En pacientes con respuesta completa al tratamiento, la linfadenectomía podría incluso evitarse en un futuro próximo.

    Cirugía oncoplástica y su impacto emocional 

    Un avance importante que ayudará a la autoimagen de las pacientes que pasan por este diagnóstico, es la introducción de técnicas oncoplásticas, que integran aspectos de la cirugía oncológica y reconstructiva. 

    Estas técnicas no solo se centran en la erradicación del tumor, sino que también buscan preservar o restaurar la estética mamaria, manteniendo la simetría y apariencia natural. 

    La doctora Ortega afirmó que "el bienestar emocional de las pacientes se ve considerablemente incrementado al conservar los aspectos estéticos, y actualmente podemos ofrecer reconstrucciones inmediatas con resultados altamente satisfactorios".

    Cirugía mínimamente invasiva y tecnologías emergentes  

    Así pues, aunque aún en fase de desarrollo, la cirugía mínimamente invasiva, incluida la asistida por robot, está cobrando importancia. 

    Por ejemplo, en Europa, su utilización se centra en pacientes con indicaciones específicas, como aquellas que requieren mastectomías reductoras de riesgo debido a mutaciones genéticas. 

    Estas técnicas, realizadas a través de pequeñas incisiones casi imperceptibles, reducen el impacto físico y emocional de la cirugía, aunque se precisan más investigaciones para validar su seguridad oncológica.

    Nuevas opciones no quirúrgicas

    En efecto, esta evolución hacia tratamientos no quirúrgicos está actualizando las guías para el manejo del cáncer de mama

    Procedimientos como la crioablación percutánea, que destruye los tumores mediante el uso de frío extremo, están mostrando resultados prometedores en el control de la enfermedad en ciertos casos. Además, la respuesta completa a terapias neoadyuvantes en subtipos agresivos, como el HER2 positivo, sugiere la posibilidad de eludir la cirugía en el futuro para determinados pacientes.

    Implicaciones en el enfoque integral del tratamiento  

    Actualmente, los especialistas buscan equilibrar el control eficaz de la enfermedad con la preservación de la calidad de vida de las pacientes

    Como concluye la doctora Ortega, "cada progreso hacia tratamientos más personalizados, menos agresivos y estéticamente satisfactorios es un avance hacia una atención más humana y eficiente, donde la seguridad oncológica permanece como la prioridad fundamental".

    Este desarrollo está marcando el inicio de una era llena de esperanza y oportunidades, donde la ciencia sigue reconfigurando la experiencia de las pacientes diagnosticadas con cáncer de mama.

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