La remisión de este paciente, es el tratamiento más duradero registrado hasta la fecha para este tipo de cáncer.
El neuroblastoma es un cáncer que surge de células nerviosas inmaduras y afecta principalmente a niños menores de 5 años. Se origina comúnmente en las glándulas suprarrenales, pero también puede aparecer en otras áreas del abdomen, tórax, cuello y cerca de la columna vertebral.
Los síntomas varían según la ubicación, pero en el abdomen suele causar dolor, una masa bajo la piel y cambios en los hábitos intestinales. En el pecho, puede provocar dificultad para respirar, dolor y cambios en los ojos. Otros síntomas incluyen bultos, ojos saltones, círculos oscuros, fiebre, pérdida de peso y dolor de huesos.
Se ha evidenciado un sorprendente resultado en un estudio reciente publicado en Nature Medicine. Una paciente que recibió terapia celular CAR-T hace más de 18 años sigue libre de cáncer, convirtiéndose en el caso de remisión más prolongado registrado para este tipo de tratamiento.
La terapia CAR-T consiste en modificar células T del sistema inmunitario del paciente para que puedan identificar y destruir células cancerosas.
Aunque esta tecnología ha tenido resultados prometedores en cánceres hematológicos, su efectividad en tumores sólidos, como el neuroblastoma, había sido limitada hasta este estudio.
El avance se basa en un ensayo clínico realizado entre 2004 y 2009 en el Baylor College of Medicine (EE. UU.), donde se administró terapia CAR-T dirigida contra la proteína GD2, altamente expresada en las células del neuroblastoma.
De los 19 niños que participaron en el ensayo, 11 presentaban enfermedad activa. A pesar de que 12 pacientes fallecieron por recaídas entre dos meses y siete años después del tratamiento, los resultados fueron esperanzadores.
Entre los sobrevivientes, uno destacó especialmente: ha permanecido en remisión durante más de 18 años sin ningún tratamiento adicional. Además, la paciente ha llevado una vida completamente normal, incluso dando a luz a dos hijos sanos.
Los investigadores también observaron que las células CAR-T persistieron en el cuerpo de cinco pacientes durante al menos cinco años, lo que sugiere un posible beneficio a largo plazo de este tratamiento.
Los autores del estudio destacan que el tratamiento utilizado en este ensayo carecía de los avances más recientes en la terapia CAR-T, como las moléculas coestimuladoras, presentes en versiones más modernas del tratamiento. Sumado a eso, se observó que los pacientes con menor carga tumoral en el momento del tratamiento mostraron mejores resultados, lo que podría guiar futuras investigaciones.
Estos hallazgos abren nuevas posibilidades en el tratamiento de tumores sólidos, y sugieren que la terapia CAR-T podría ser una opción valiosa para pacientes con neuroblastoma y otros cánceres difíciles de tratar.
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