Los ácidos grasos y la salud cognitiva ayuda a la salud del cerebro por eso es importante el consumo de alimentos con omega 3.
El consumo de ácidos de omega 3 son esenciales y eso puede influir a través de la dieta por medio de pescados grasos, como el salmón, atún,sardinas, así mismo como las nueces y semillas de chía.
La Dra.Rosaly Cartagena Psicóloga y Nutricionista habló en exclusiva para la Revista Medicina y Salud Pública sobre el consumo regular de omega 3 y los efectos positivos en síntomas depresivos, así como la mejora en la función cognitiva sobre todo en adultos mayores con demencia.
"Los alimentos con omega 3 reduce la inflamación en el cerebro y conlleva a tener buena salud mental, así mismo los ácidos grasos cumplen la función de mejorar la salud cardiovascular y el estado de ánimo", afirmó la experta.
Según numerosos artículos científicos publicados por expertos especializados, los ácidos grasos omega-3 disminuyen el riesgo de deterioro cognitivo y demencia vascular, pero también la enfermedad de Alzheimer.
La demencia es un síndrome progresivo que tiene como consecuencia el debilitamiento, la pérdida de memoria, problemas de lenguaje y dificultad para realizar actividades diarias.
Esta enfermedad se ha asociado con la alteración de factores genéticos y ambientales.
Según estudios se estima que, en el planeta, hasta el 2040, más de 80 millones de personas se verán afectadas por la demencia, el 70% de las cuáles serán personas con bajos ingresos. La enfermedad de la demencia afecta más que todo a las personas mayores pero también puede presentarse en personas jóvenes.
Beneficios cognitivos de los ácidos grasos omega-3
Los ácidos grasos, contribuyen a mantener el funcionamiento normal del cerebro, aunque también favorecen un mayor desarrollo mental, una mejora en el aprendizaje y la conducta durante la infancia.
De hecho, hay evidencia científica de sus beneficios en el tratamiento de los niños con (TDAH)Trastorno por déficit de atención con hiperactividad. En los adultos, los omega-3 y especialmente el ácido docosahexaenoico contribuyen a la prevención de las enfermedades neurodegenerativas asociadas a la adultez y por tanto influyen positivamente en la demencia y el riesgo de padecer la enfermedad del Alzheimer.
Por otra parte, se ha puesto en manifiesto el potencial de los ácidos grasos omega-3 para mejorar el rendimiento intelectual y reducir la prevalencia de enfermedades psiquiátricas en adultos.
Por su parte, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) recomienda en la dieta un consumo de pescado de al menos dos o tres veces por semana, una de ellas de pescado azul como mínimo.