Además de predisponer el desarrollo de enfermedades crónicas, los malos hábitos alimenticios pueden exacerbar algunos síntomas de la menopausia.
Con la llegada de la menopausia, generalmente entre los 40 y 50 años, las mujeres suelen atravesar una importante serie de cambios fisiológicos, como la disminución progresiva de la actividad hormonal de los ovarios, por lo que desaparece la capacidad reproductiva y la menstruación.
Además, la menopausia trae consigo algunos síntomas y signos bien específicos que pueden variar de mujer a mujer, como la sequedad vaginal, sofocos, escalofríos, sudores nocturnos, problemas de sueño, cambios abruptos en el estado de ánimo, aumento de peso, metabolismo lento, afinamiento del cabello, piel seca y pérdida de volumen en los senos.
Y si bien pareciera que todo esto es consecuencia únicamente del descenso en los niveles de estrógeno, la nutrición y los hábitos alimentarios tienen un importante rol en todo este proceso.
Vea el programa completo aquí.
Por tanto, la Revista Medicina y Salud Pública, conversó en exclusiva con la Lcda. Yarelis Burgos, nutricionista, para poder comprender esta conexión.
"En cuestión de los cambios hormonales que las mujeres presentan en esta etapa, pueden aumentar de peso, por causa genética y hormonal, y también por la ingesta inadecuada de nutrientes, vitaminas y por el consumo excesivo de ciertos alimentos que no aportan nutricionalmente algún beneficio para sobrellevar esta etapa", mencionó.
Y es que además de favorecer la exacerbación de los síntomas de la menopausia, estos alimentos también contribuyen al desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes, la alta presión, entre otros.
Con todos estos cambios, el organismo de las mujeres va a requerir unos nutrientes específicos para sobrellevar todo el proceso y, de esta manera, poder hacer frente a los síntomas.
"En cuestión de los sofocos, recomendamos la hidratación, el consumo de frutas frescas, pueden consumir batidos, y ensaladas de frutas", mencionó. "El consumo de café puede aumentar los sofocos, al igual que las comidas picantes".
Por otro lado, señaló que las mujeres que habitan en el trópico, contrario a lo que se podría creer, suelen presentar deficiencia de vitamina D.
"Esto es súper importante en la etapa de la premenopausia y la menopausia, porque al tener una deficiencia de la vitamina D afecta la absorción del calcio, y eso va a generar problemas de masa ósea, ocasionando osteoporosis, fracturas por pequeñas caídas".
Asimismo, mencionó que el omega 3 es importante para la salud cardiovascular, ya que reduce considerablemente los niveles de colesterol en sangre.
El organismo de las mujeres, por defecto, suele acumular grasa en el área abdominal, de los muslos y la cadera, lo que contribuye a que, con el paso del tiempo, esto tenga un impacto sobre el funcionamiento metabólico.
"Si tenemos una dieta bien alta en calorías, esto va a provocar que esas calorías no se utilicen en lo que el cuerpo necesita, sino que las almacene como grasa", enfatizó.
Sin embargo, la Lcda. Burgos señala que el secreto de mantener una dieta balanceada, y por ende una buena salud, no es restringir alimentos, sino cubrir todos los grupos de alimentos, como frutas, vegetales, proteínas, maximizar el consumo de agua e incluir la actividad física.
"La nutrición es la clave para poder sobrellevar estos síntomas que presenta la menopausia", concluyó.