Aunque la causa exacta de la migraña no se conoce, se cree que está relacionada con una hipersensibilidad en el área trigeminal del cerebro. Esta lleva a la dilatación de los vasos sanguíneos en la meninge, activando los nervios y provocando dolor.
En conmemoración del Día Internacional de Combatir la Migraña, la Revista MSP entrevistó al Dr. Héctor Miranda, director médico del Departamento de Neurología del Hospital Regional de Carolina y de la clínica especializada en dolor de cabeza del Hospital San Francisco en Río Piedras, quien ha compartido información sobre esta condición que afecta a millones de personas en todo el mundo.
La migraña no se reduce a un dolor de cabeza; es una afección neurológica compleja que involucra un ciclo de síntomas que pueden durar desde días hasta semanas. El Dr. Miranda explica que "Hay una concepción equivocada de que los dolores de cabeza bien fuertes son migrañas y eso no es correcto. La migraña es un síndrome cuyo uno de sus eventos o participantes es el dolor de cabeza.".
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Esta condición está marcada por 3 fases diferentes:
El pródromo, es la fase de advertencia que ocurre antes de que empiece el dolor de cabeza. Durante esta etapa, los pacientes pueden experimentar una variedad de síntomas como cansancio inexplicable, cambios en el apetito (cravings por alimentos específicos como dulces o sodas), estreñimiento o diarrea, y malestar general similar a un resfriado.
Estos síntomas pueden comenzar de uno a tres días antes del inicio del dolor de cabeza. "Son unos cambios que el paciente aprende a reconocer después de que ha tenido varios ataques" comenta el experto. Reconocer estos signos tempranos es crucial, ya que permite a los pacientes tomar medidas preventivas para mitigar el impacto del ataque de migraña.
El ictus es el episodio agudo de dolor de cabeza asociado con la migraña. Este dolor suele ser unilateral, es decir, se siente en un solo lado de la cabeza, y tiene una calidad pulsátil o que late.
El dolor generalmente comienza de forma leve y aumenta en intensidad, a menudo alcanzando niveles severos en el transcurso de varias horas. Además del dolor, los pacientes suelen experimentar náuseas, vómitos, sensibilidad extrema a la luz (fotofobia) y a los sonidos (fonofobia).
"El periodo de dolor puede durar cuatro o seis horas, mientras que se trata puede subir en intensidad y luego de estar ahí arriba como dos, tres días baja solito", dice el experto.
Después del ictus, el pósdromo es la fase en la que el paciente sigue experimentando efectos residuales. Aunque el dolor de cabeza puede haber cesado, los pacientes a menudo se sienten fatigados y disminuidos, con un malestar general que puede persistir durante varios días. Esta etapa es parte integral del ciclo migrañoso y puede influir en la recuperación completa del paciente.
La causa exacta de la migraña aún no está completamente comprendida, pero se cree que está relacionada con una hipersensibilidad en el sistema trigeminal del cerebro, una red de nervios que controla la sensibilidad facial y la función de los vasos sanguíneos en la cabeza.
"No sabemos qué ocasiona la migraña, pero tenemos unas teorías. Decimos que el paciente migrañoso tiene una hipersensibilidad a la reacción de los vasos que están en la meninge, y los vasos sanguíneos que están ahí reaccionan distinto al gesto de los pacientes que no tienen migraña", dice el Dr. Miranda.
Explica que en los pacientes con migraña, los vasos sanguíneos en la meninge (la capa protectora del cerebro) se dilatan de manera anormal, lo que activa los nervios y desencadena una cascada de eventos que culmina en el dolor característico de la migraña.
Además, diversos factores pueden desencadenar un ataque de migraña. Estos incluyen cambios hormonales, ciertos alimentos y bebidas (como chocolate, café, y vinos tintos), estrés y movimientos bruscos.
Sin embargo, aclara que algunas pacientes pueden experimentar migrañas relacionadas con el ciclo menstrual, conocidas como migrañas catameniales, debido a fluctuaciones hormonales.
En cuanto al tratamiento, el Dr. Miranda explica que, aunque no existe una cura definitiva, hay opciones efectivas para su manejo.
Los tratamientos incluyen medicamentos abortivos, como los triptanos y los nuevos ditanes, que actúan para interrumpir el proceso doloroso una vez que ha comenzado. Además, los medicamentos preventivos, como los agentes monoclonales y los nuevos G-pens (o Gepantes), pueden ayudar a reducir la frecuencia y la intensidad de los ataques al bloquear los receptores de dolor antes de que se activen.
Sin embargo, el experto concluye hablando de lo importante de un diagnóstico adecuado. "Es crucial obtener un diagnóstico preciso para seleccionar el tratamiento correcto," afirma. Un diagnóstico erróneo puede llevar a tratamientos ineficaces y a una gestión inadecuada de la migraña.