La progesterona y los estrógenos, según estudios, tienen un fuerte impacto en el sistema inmunológico y en el potencial desarrollo de enfermedades autoinmunitarias.
Durante años se ha intentado comprender la relación que existe entre el desarrollo y severidad de la artritis reumatoide con las hormonas sexuales, y estudios sugieren que esta interacción es más bien compleja. De hecho, es común escuchar que la condición reumatológica, o los síntomas de la misma, se exacerban durante o después de la menopausia.
Si bien es cierto que la literatura médica es explícita a la hora de determinar cambios en la artritis reumatoide por influencias hormonales, durante el congreso anual más importante de reumatología, EULAR, científicos de Reino Unido expusieron los hallazgos obtenidos tras su proceso de investigación.
En octubre de 2023, los autores desarrollaron una encuesta nacional a través de la Sociedad Nacional de Artritis Reumatoide (NRAS), utilizando una base de datos de pacientes interesados, y la comunidad femenina en línea que se autoseleccionaron como perimenopáusicas, menopáusicas y posmenopáusicas, con el objetivo de buscar respuestas sobre los efectos de la menopausia, cambios en la sintomatología de la artritis y toda aquella discusión que hayan tenido con sus médicos de cabecera.
En el estudio participaron 779 personas, de los cuales el 95% eran caucásicos, tenían cerca de 50 años y habían experimentado los primeros síntomas de artritis reumatoide cerca de los 40 años.
El 80% de las participantes reportaron una exacerbación de la artritis reumatoide durante la menopausia, con un 10% que informó que fue mucho peor. El 47% reportó haber tomado terapia de reemplazo hormonal (TRH), y el 72% de este nicho refirió una mejora en los síntomas menopáusicos, mientras que el 30% tuvo una mejora moderada en los síntomas de la artritis.
En los casos en que hubo un embarazo tras el diagnóstico de artritis, el 19% tuvo una mejora en los síntomas de la enfermedad reumatológica, y la mitad de estos obtuvo la remisión completa.
La progesterona y los estrógenos, impactan fuertemente en el sistema inmunológico y en los mecanismos de acción de algunas enfermedades autoinmunes, como en este caso la artritis reumatoide.
"Las hormonas juegan un papel importante en el sistema inmune, pero ha sido difícil relacionarlo de forma directa con la actividad inflamatoria en la artritis reumatoide", reconoció el Dr. Oscar Soto Raíces, reumatólogo y presidente de la Fundación FER, quien asistió al congreso en esta ocasión.
Se han registrado múltiples estudios que sugieren que las hormonas tienen un efecto protector cuando aumentan sus concentraciones, como en el caso de los embarazos.
"En un grupo significativo de mujeres, pacientes con artritis reumatoide, se van a remisión durante el embarazo o no requieren tratamiento. Sin embargo, no ocurre en todas las féminas que quedan embarazadas".
En el estudio (Walker, D. et al) los autores señalan que un importante porcentaje de los encuestados no había tenido ninguna conversación médica sobre la menopausia. Sin embargo, en quienes sí se presentó esta discusión, se realizó con el médico de cabecera en relación con la terapia de reemplazo hormonal y la osteoporosis.
"Este estudio promueve el diálogo de los cambios que ocurren en la menopausia, para no perder de vista que son importantes para algunas mujeres, aunque no entendamos esto a capacidad, pero la conversación con los médicos es importante para entender qué mujeres pueden estar afectadas y cuáles pueden beneficiarse de terapia de reemplazo hormonal para que sus síntomas mejoren", concluyó el especialista.