Ambas condiciones resultan de procesos como el endurecimiento y estrechamiento de los vasos sanguíneos; puede ser por la calcificación de la válvula aórtica o por la aterosclerosis en las arterias coronarias.
En el marco del día mundial del corazón, que se celebra el 29 de septiembre, y como parte de los esfuerzos de concienciación sobre el aumento de las enfermedades cardiovasculares en Puerto Rico, desde la Revista MSP, entrevistamos al Dr. Alberto Maldonado, cirujano cardiovascular y torácico del Hospital Damas en Ponce.
En la conversación, el Dr. Maldonado, explicó sobre la estenosis aórtica y la enfermedad coronaria, dos condiciones estrechamente relacionadas que afectan a una gran parte de la población puertorriqueña.
Estas enfermedades comparten factores de riesgo, como la hipertensión, el colesterol alto y la diabetes, y ambos trastornos pueden llevar a síntomas similares, lo que algunas veces llega a complicar el diagnóstico.
El Dr. Maldonado explicó que la estenosis aórtica, ocurre cuando la válvula aórtica encargada de regular el flujo de sangre del corazón hacia la aorta, se degenera debido a la calcificación. Este proceso impide el flujo adecuado de sangre, causando síntomas como dolor en el pecho y dificultad para respirar.
"Los factores de riesgo para una y otra incluyen alta presión, colesterol alto, diabetes, ser varón mayor de 50 años... todas esas cosas en conjunto pueden propiciar que un paciente con una anomalía en la válvula aórtica se degenere", mencionó el experto.
Esta calcificación que ocurre en la estenosis aórtica es similar a la que se ve en la enfermedad coronaria, una condición en la que las arterias coronarias que suministran sangre al corazón se bloquean debido a la aterosclerosis.
"La manera en que eso ocurre es a través de calcificación y aterosclerosis, que es también la manera en que ocurre la enfermedad coronariana", afirmó. Ambos trastornos pueden producir síntomas similares, como el dolor torácico.
El experto recalcó que el diagnóstico diferencial tenía que ser muy minucioso. "Cuando un paciente tiene dolor de pecho, uno le hace varias preguntas... Si se fatiga, si siente que su capacidad física ha disminuido, si tiene mareo, etc".
Después de una historia clínica detallada, el examen físico es lo siguiente. "Si escuchamos un soplo al auscultar, eso puede sugerir que hay un problema en la válvula", explicó el cirujano.
Sin embargo, aclaró que la ausencia de un soplo no excluye un problema valvular, por lo que se suelen realizar estudios adicionales, como un electrocardiograma o un ecocardiograma, para confirmar el diagnóstico.
Uno de los avances más significativos en el tratamiento de la estenosis aórtica ha sido la implementación de válvulas percutáneas, un procedimiento mínimamente invasivo que permite reemplazar la válvula aórtica sin necesidad de abrir el pecho del paciente.
"Anteriormente, la única opción era abrir el pecho, poner al paciente en circulación extracorpórea, parar el corazón, abrir la aorta, sacar la válvula y poner una nueva", explicó el Dr. Maldonado. Sin embargo, ahora es posible realizar el reemplazo valvular de manera percutánea, lo que reduce el tiempo de recuperación y mejora significativamente los resultados.
El doctor finalizó haciendo un llamado a la comunidad puertorriqueña para prevenir estas condiciones por medio de hábitos saludables. "Nos hemos dado cuenta de que la prevención es la mejor medicina", afirmó, mencionando que los cambios en la dieta y el estilo de vida pueden marcar una gran diferencia.
"Hay que limitar el consumo de grasa, de carne frita, disminuir el consumo de carne roja y hay que volver a las verduras, vegetales y frutas", concluyó.