Las técnicas laparoscópicas han revolucionado la cirugía de cáncer de próstata, mejorando la recuperación y calidad de vida de los pacientes.
En una conversación exclusiva con la Revista Medicina y Salud Pública, el Dr. Gilberto Ruiz Deyá, urólogo, comentó que las técnicas mínimamente invasivas han mejorado significativamente los resultados en la cirugía de cáncer de próstata.
"Hoy no solo hablamos de remover la próstata, sino de hacerlo manteniendo una buena calidad de vida", afirmó.
Estas innovaciones incluyen la cirugía tridimensional y el uso de plataformas robóticas, lo que ha permitido un mayor grado de precisión en los procedimientos.
"Empezamos con la laparoscopía tradicional, pero ahora utilizamos cirugía tridimensional con plataformas robóticas que permiten remover la próstata con mayor precisión y menos daño a los tejidos adyacentes", explicó.
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Según el especialista, los beneficios de la cirugía laparoscópica van más allá de los resultados oncológicos, que son equivalentes a los de la cirugía convencional.
"La recuperación es mucho más rápida. Los pacientes tienen menos sangrado, una mejor recuperación de la erección y la continencia, y pueden volver a sus actividades normales antes", señaló.
Además, también cabe mencionar que gracias a estos procedimientos, "muchos pacientes están de regreso en casa antes de las 24 horas y pueden retomar su vida laboral en menor tiempo que con la cirugía tradicional".
El uso de tecnología avanzada ha incrementado la precisión en la cirugía laparoscópica. El Dr. Ruiz Deyá destacó que las nuevas plataformas robóticas permiten movimientos más exactos y una visión tridimensional que mejora la seguridad del procedimiento.
"El avance más importante es que ahora tenemos percepción de profundidad y una mejor visualización, lo que reduce el riesgo de dañar tejidos cercanos", explicó.
Aunque los beneficios son claros, el experto reconoció que la cirugía laparoscópica no es apta para todos los pacientes.
"En casos de cáncer avanzado, esta técnica no suele ser la más adecuada", afirmó. También mencionó que algunos pacientes con cirugías abdominales previas podrían enfrentar dificultades durante el procedimiento.
Los riesgos asociados, aunque mínimos, incluyen sangrado e incontinencia. Sin embargo, Ruiz Deyá hizo hincapié en que "la tasa de complicaciones es muy baja, y la mayoría de los pacientes están completamente recuperados en pocos meses".
En cuanto a los avances dentro de este campo, el urólogo mencionó el desarrollo de plataformas que permiten realizar la cirugía con una sola incisión, lo que promete aún menos invasividad.
"Estamos buscando hacer la misma cirugía con incisiones más pequeñas y mejores tecnologías", concluyó.