Durante décadas, la quimioterapia ha sido el tratamiento principal para combatir los linfomas. Sin embargo, con la llegada de terapias innovadoras como la inmunoterapia y las células CAR-T, se han producido importantes avances en los pronósticos de los pacientes, ofreciendo nuevas esperanzas para el tratamiento de esta enfermedad.
En una entrevista exclusiva con la Revista Medicina y Salud Pública en la Convención Anual de la Asociación de Hematología y Oncología Médica de Puerto Rico (AHOMPR), el Dr. José Concepción, oncólogo, expone los principios fundamentales del linfoma, además de las innovaciones que se han desarrollado en la oncología para el tratamiento de la enfermedad.
El linfoma es un cáncer del sistema linfático. El sistema linfático forma parte del sistema inmunitario del cuerpo que combate los gérmenes y las enfermedades. El linfoma comienza cuando las células sanas del sistema linfático cambian y se reproducen sin control. Los tipos de linfomas más conocidos son: Linfoma de Hodgkin y Linfoma de no-Hodgkin.
En las células sanas, el ADN da las instrucciones para crecer y multiplicarse a un determinado ritmo. En el caso de las células cancerosas, los cambios en el ADN hacen que las instrucciones sean diferentes. Los cambios les indican a las células cancerosas que produzcan más células con rapidez. De este modo, las células cancerosas siguen viviendo, mientras que las células sanas mueren.
Según él Dr. Jose: "Estas células pueden estar o en la sangre, o en los ganglios linfáticos que pueden producir muchas veces este tipo de tumores que uno tiene en el cuello, el pecho, las axilas, la ingle".
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¿Cuáles son los síntomas?
Los signos y síntomas del linfoma pueden incluir los siguientes:
Fiebre
Sudoraciones nocturnas
Fatiga
Comezón en la piel
Hinchazón indolora de los ganglios linfáticos en el abdomen, el cuello, las axilas o la ingle
Dolor en el pecho, el abdomen o los huesos
Pérdida involuntaria de peso
Tratamiento
Según el especialista "la clave es detectarlo temprano y tener las prevenciones necesarias para llegar a esto a tiempo", es decir que el diagnosticar la enfermedad con prontitud y empezar el tratamiento lo más rápido posible, favorece el pronóstico del paciente.
Existen diversas opciones de tratamiento para el linfoma, entre las que se incluyen la radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia, terapia dirigida y trasplante de células madre (también conocido como trasplante de médula ósea). En algunos casos, se recomienda una combinación de tratamientos para obtener mejores resultados. El tratamiento más efectivo dependerá del tipo específico de linfoma diagnosticado.
Recientemente, se practicó la terapia de células CAR-T en Puerto Rico, un tipo de inmunoterapia, esto significa un gran avance para la medicina y oncología de esta región por sus resultados favorables, ya que esta terapia que solo se practicaba en centros médicos de Estados Unidos o Europa.
Según la American Cancer Society, la terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos (CAR-T) es una manera de hacer que las células inmunitarias llamadas células T (un tipo de glóbulos blancos) luchen contra el cáncer al alterarlas en el laboratorio para que puedan encontrar y destruir a las células cancerosas.
¿Qué papel juega la inmunoterapia en un paciente que padece linfomas?
"Pues mira en estos tipos de linfomas, es una desorganización, hay crecimiento descontrolado de células del sistema inmune y la inmunoterapia ayuda a que el mismo cuerpo ataquen a este tipo de células malignas, y como dije ahora son terapias que se están usando ahora en líneas más tempranas para estos pacientes y que tengan un mejor beneficio para ellos" Concluye el Dr. José Concepción.
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