Una nueva investigación liderada por la Universidad de Bristol arroja luz sobre el potencial de los medicamentos antidiabéticos para prevenir el cáncer cerebral.
El estudio revela que los pacientes diabéticos que toman medicamentos antidiabéticos, conocidos como glitazonas, a largo plazo tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer cerebral primario y secundario en comparación con aquellos que utilizan otros fármacos. Esta investigación, publicada en 'BMJ Open', sugiere que los fármacos agonistas de PPAR-a (fibratos) y agonistas de PPAR (glitazonas) podrían reutilizarse para prevenir la metástasis cerebral en pacientes con cáncer, siempre y cuando estudios adicionales respalden estos hallazgos.
Los agonistas de PPAR-a y PPAR-? son medicamentos ya conocidos por su eficacia y seguridad en el tratamiento del colesterol alto (hiperlipidemia) y la diabetes. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que estos fármacos podrían tener un potencial aún más amplio: la prevención del cáncer cerebral.
Debido a su perfil de seguridad y su disponibilidad en el mercado, los agonistas de PPAR se presentan como una opción atractiva para la reutilización (repurposing) en el campo de la oncología. Estudios previos han demostrado que estos medicamentos podrían ser capaces de reducir el riesgo de desarrollar tumores cerebrales primarios y prevenir la aparición de tumores secundarios en pacientes con cáncer cerebral.
Utilizando registros médicos de la base de datos del Reino Unido Clinical Practice Research Datalink (CPRD), los investigadores llevaron a cabo dos estudios de casos y controles para evaluar esta hipótesis. Identificaron a 7,496 personas con algún tipo de tumor cerebral (primario y secundario) entre 2000 y 2016. Los análisis revelaron una asociación significativa entre el uso prolongado de glitazonas en pacientes diabéticos y un menor riesgo de tumores cerebrales, tanto primarios como secundarios.
La profesora Katreena Kurian, neuropatóloga de la Universidad de Bristol y autora principal del estudio, destaca "la importancia de estos hallazgos para comprender mejor las vías que previenen el desarrollo de tumores cerebrales". Por su parte, el profesor Yoav Ben-Shlomo, epidemiólogo clínico en la misma institución, señala "el potencial de reutilizar las glitazonas para prevenir la metástasis cerebral en pacientes con cáncer".
Aunque estos resultados son prometedores, se necesitan más estudios para validar estos hallazgos y comprender mejor los mecanismos subyacentes. Si se confirma la asociación entre las glitazonas y la reducción del riesgo de cáncer cerebral, se podrían explorar nuevas terapias preventivas para esta enfermedad. Los investigadores sugieren que esta hipótesis podría evaluarse en futuros ensayos clínicos, aprovechando la seguridad y el uso actual de las glitazonas en el tratamiento de la diabetes.
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