Investigaciones revelan el papel crucial de las microglías en la regulación de procesos como la adicción o el dolor. Sin embargo cuando detectan anomalías, entran en un estado super reactivo afectando el cerebro.
Las microglías, anteriormente consideradas células de segunda línea del sistema inmunológico, están siendo reevaluadas por la comunidad científica.
Son células cerebrales que representan el 10% del total, son esenciales para el funcionamiento saludable del cerebro. Estas células, con forma ovalada y brazos en forma de zarcillo, inspeccionan constantemente su entorno y desempeñan roles clave en:
· Controlar el desarrollo cerebral en la infancia
· Podar conexiones sinápticas innecesarias entre neuronas
· Reparar y mantener la mielina, capa protectora de aislamiento que permite la transmisión de impulsos eléctrico
· Protección contra infecciones: busca y destruye bacterias y virus
· Limpieza de desechos: elimina residuos entre células nerviosas
· Eliminación de proteínas tóxicas: destruye proteínas deformes, como las placas amiloides asociadas con la enfermedad de Alzheimer
Según Paolo d'Errico, neurocientífico de la Universidad de Friburgo, "las microglías son fundamentales para el funcionamiento óptimo del cerebro, debido a que durante nuestros primeros años, controlan el desarrollo del cerebro al podar las conexiones sinápticas innecesarias entre las neuronas.
Sin embargo, en ciertas circunstancias, las microglías pueden perder el control y volverse perjudiciales.
Microglías: El lado oscuro de las células cerebrales
La investigación revela que las microglías, células cerebrales encargadas de proteger el cerebro, pueden tener un lado oscuro que contribuye a enfermedades como la adicción, el dolor crónico, la enfermedad de Alzheimer y el Covid prolongado.
Las microglías detectan drogas como invasores y liberan citocinas, fortaleciendo la conexión entre neuronas y aumentando el deseo de drogas. Esto puede llevar a hábitos de consumo de drogas que pueden durar toda la vida.
De igual forma, también podría desempeñar un papel importante en el dolor crónico, definido como el dolor que dura más de 12 semanas, la microglía activada sensibiliza a las neuronas del dolor, esto podría explicar incluso otro fenómeno: por qué las personas mayores experimentan un marcado declive de sus capacidades cognitivas después de una cirugía o infección.
En el caso de la enfermedad de Alzheimer, la microglía puede propagar la enfermedad transportando placas amiloides tóxicas.
Desafíos de la investigación
La activación anormal de las microglías puede ser desencadenada por infecciones virales, lesiones, cirugía y opiáceos. Esto puede llevar a daño neuronal, pérdida de memoria y deterioro cognitivo.
Sin embargo, la investigación sobre las microglías y su papel en enfermedades neurológicas y psiquiátricas sigue en curso, y los resultados preliminares sugieren que entender mejor el funcionamiento de estas células puede llevar a nuevos tratamientos y esperanzas para millones de personas afectadas por estas enfermedades.
Los científicos están explorando nuevas opciones terapéuticas, como medicamentos que aumentan la capacidad de la microglía para destruir el amiloide y reemplazo de microglía mediante trasplante de médula ósea.
Aunque aún quedan desafíos por superar, la investigación sobre las microglías representa un importante avance en la comprensión de las enfermedades neurológicas y psiquiátricas, y puede llevar a tratamientos más efectivos y seguros en el futuro.
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