Esta enfermedad durante mucho tiempo se atribuía a la edad, pero gracias a la investigación se ha descubierto lo contrario.
Cuando hablamos de Alzhéimer, se suele identificar la enfermedad como la pérdida de memoria y demencia, pero este trastorno tiene unas características y síntomas puntuales que afectan la salud cerebral en general.
Para profundizar más en los daños que produce el Alzhéimer conversamos con la doctora Briseida Feliciano, neuróloga especialista; quien nos contó un poco más sobre esta enfermedad neurodegenerativa.
¿Qué es el Alzhéimer?
Esta es una enfermedad progresiva que se caracteriza por la degeneración de las células cerebrales, en la cual se implica una disminución de masa cerebral. Se caracteriza por la pérdida de la memoria, desorientación temporal y espacial, así como por el deterioro intelectual de quien lo padece. Por ahora, esta afección no tiene una cura aunque sí existen tratamientos que pueden mejorar los síntomas.
Pérdida de memoria inmediata como síntoma temprano de Alzhéimer
La Dra. Feliciano explica que uno de los síntomas que se presentan en etapas tempranas es la pérdida de memoria a corto plazo: “El paciente va perdiendo la capacidad de recordar lo que acaba de pasar… lo que desayunó esta mañana, lo que se le acaba de decir, vuelve y lo repite… es la memoria inmediata y la reciente”, aseguró la especialista.
Esta enfermedad, requiere especial atención porque quien la padece, puede perder su memoria funcional en situaciones de potencial peligro como, por ejemplo, mientras está cocinando. Es decir, puede olvidar que tiene ollas sobre la estufa, nombres de personas y hasta su propia dirección pero esto no implica demencia u otros tipos de trastornos.
Diagnóstico diferencial del Alzhéimer
En la medida en que se ha avanzado tecnológicamente en el área de la neurología, los diagnósticos se han hecho más acertados pues derivan de imágenes cerebrales, análisis sintomatológico, antecedentes, entre otros: “Antes se hablaba de demencia senil y se pensaba que era una condición por la edad, mientras que ahora se habla de demencia tipo Alzhéimer, demencia frontotemporal, demencia por problemas de vasos sanguíneos o derrame, y de otras cosas que antes se desconocían… simplemente se hablaba de demencia senil por la edad y con eso se dejaba”, aseguró la Dra. Feliciano.
Etapas del Alzhéimer: una enfermedad que no depende de la edad
Si bien la ciencia ha venido evolucionando, el desarrollo de la enfermedad también y se ha concluido que, pese a viejas creencias, no importa la edad y cualquier persona puede padecer de Alzhéimer.
De momento, según la Sociedad de Alzhéimer, se han identificado siete fases de la enfermedad:
Primera fase: enfermedad normal
Segunda fase: olvidos benignos asociados a la edad
Tercera fase: con deterioro cognitivo leve
Cuarta fase: etapa leve
El diagnóstico y la ciencia
La categorización del Alzhéimer en cada paciente deriva expresamente de los métodos de estudio, los biomarcadores en sangre, las imágenes de resonancia magnética e imágenes de pet scan con tintes específicos pues actualmente “tenemos unas cosas más específicas en términos de lo que se ve en el cerebro neuro patológicamente”, aseguró la neuróloga.
Actualmente se vienen adelantando estudios en diferentes instituciones, una de ellas es la Universidad de Columbia, en donde la Dra. Feliciano aporta dentro de la investigación, para caracterizar en sangre los marcadores de TAO y los filamentos de neurofibrilla, así como el beta amiloide en sangre para poder identificar y categorizar de forma tal que se eviten las punciones lumbares al paciente de Alzhéimer.
¿Cuál es el objetivo de los biomarcadores?
El estudio que se adelanta de momento, tiene como finalidad identificar a través de la sangre la etapa de la enfermedad y dar tratamiento correspondiente al paciente. En la actualidad, por medio de los líquidos cefalorraquídeos se diagnostica el Alzhéimer.
Recomendaciones para combatir el Alzhéimer
Los especialistas concluyen que la mejor manera de hacer frente a esta condición, no solo se debe al tratamiento con medicamentos que formula el médico tratante, sino, implica que el paciente tendrá un cambio consecuente en su estilo de vida como una dieta regulada, hidratación constante, ejercicio estimulador del cerebro, buen descanso y cuidados del sueño.
Es un hecho que esta afección cambia por completo la calidad de vida del paciente que la padece, pero también de los cuidadores, la familia y el entorno social del individuo. Sobre esto, la Dra. Feliciano enfatiza que es importante el diálogo y apoyo para sobrellevarlo de la mejor manera.
En este sentido, se recomiendan los programas y capacitaciones que se brindan a los cuidadores para saber cómo intervenir en la vida de estos pacientes.
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