El exceso de vitamina A puede ser tóxico, causando síntomas como vómitos, náuseas, visión borrosa, debilidad muscular, lesiones hepáticas y daños cerebrales.
Mientras el brote de sarampión en el oeste de Texas continúa expandiéndose, con 159 casos confirmados y una muerte reportada, la respuesta del secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., ha generado controversia.
En lugar de enfocarse en la vacunación, Kennedy ha promovido tratamientos no convencionales como la vitamina A, el esteroide budesonida, el antibiótico claritromicina y el aceite de hígado de bacalao.
Estas recomendaciones han sido criticadas por expertos en salud pública, quienes advierten que podrían restar importancia a los esfuerzos para aumentar la vacunación y propagar desinformación.
El sarampión, una enfermedad altamente contagiosa que se creía eliminada en Estados Unidos desde el año 2000, ha resurgido en comunidades con bajas tasas de vacunación.
El brote actual en Texas, particularmente en el condado de Gaines, afecta principalmente a comunidades menonitas y otras poblaciones con un alto número de personas no vacunadas. Los expertos estiman que el número real de casos podría ser mayor debido a la subnotificación.
Kennedy, conocido por su historial de activismo antivacunas, ha centrado su atención en tratamientos alternativos en lugar de promover la vacunación.
En un artículo de opinión publicado en Fox News, Kennedy citó estudios que sugieren que la vitamina A puede "reducir drásticamente la mortalidad por sarampión". También mencionó el uso de aceite de hígado de bacalao, rico en vitaminas A y D, y otros tratamientos como la budesonida y la claritromicina.
Sin embargo, también afirmó que "la decisión de vacunarse es personal" y exhortó a los padres a "consultar con sus proveedores de salud para comprender sus opciones sobre la vacuna MMR".
Este tono ambiguo ha generado críticas, ya que contrasta con sus declaraciones previas y su historial de escepticismo hacia las vacunas
Sin embargo, los expertos en salud pública han cuestionado la validez de estas recomendaciones en el contexto estadounidense. La Dra. Megan Ranney, decana de la Escuela de Salud Pública de Yale, afirmó que "la vitamina A no sustituye a la vacunación".
Por su parte, el Dr. Peter Hotez, codirector del Centro para el Desarrollo de Vacunas del Hospital Infantil de Texas, señaló que los datos sobre el uso de vitamina A en EE.UU. son "débiles" y que estas recomendaciones distraen del enfoque principal: vacunar a los niños.
La vitamina A es esencial para la visión y el sistema inmunológico. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan suplementos de vitamina A para niños y adultos diagnosticados con sarampión, especialmente en casos graves o en países con altas tasas de deficiencia de esta vitamina.
Sin embargo, en EE.UU., donde la deficiencia de vitamina A es rara, su utilidad es limitada.
El Dr. Amesh Adalja, investigador principal del Centro Johns Hopkins para la Seguridad Sanitaria, explicó que "la administración de suplementos de vitamina A puede salvar vidas en casos de sarampión cuando hay carencia de vitamina A", pero en el contexto estadounidense, su impacto es mínimo.
Además, el exceso de vitamina A puede ser tóxico, causando síntomas como vómitos, náuseas, visión borrosa, debilidad muscular, lesiones hepáticas y daños cerebrales.
Kennedy también ha mencionado el uso de budesonida, un esteroide, y claritromicina, un antibiótico, como parte de su enfoque no convencional.
Sin embargo, los expertos señalan que no hay evidencia sólida que respalde su eficacia contra el sarampión. La Dra. Christina Johns, médica de urgencias pediátricas en Annapolis, Maryland, aclaró que "no hay tratamiento curativo para el sarampión".
Estos medicamentos podrían ser útiles para tratar complicaciones secundarias, como infecciones bacterianas, pero no combaten el virus del sarampión directamente.
Los expertos coinciden en que la vacunación es la herramienta más efectiva para prevenir el sarampión y controlar brotes. La Academia Estadounidense de Pediatría ha emitido declaraciones para combatir la desinformación que sugiere que la vitamina A puede prevenir el sarampión.
La Dra. Leslie Motheral, pediatra en Lubbock, Texas, enfatizó que "la vitamina A solo se recomienda en pacientes hospitalizados, y solo en dosis específicas". También advirtió sobre el peligro de usar altas dosis de vitamina A como sustituto de la vacunación.
La desinformación sobre tratamientos no convencionales y la vacunación ha circulado ampliamente en redes sociales, lo que ha dificultado los esfuerzos para controlar el brote.
La Dra. Katherine Wells, directora de Salud Pública de Lubbock, y el Dr. Phil Huang, director de Salud y Servicios Humanos del condado de Dallas, destacaron en un artículo de opinión en USA Today que "aquellos que optan por la vacunación están obteniendo respuestas a sus preguntas sobre vacunas por parte de profesionales médicos y de la salud pública, en lugar de proveedores de desinformación en las redes sociales".
Mientras que tratamientos como la vitamina A pueden ser útiles en contextos específicos, no sustituyen la protección que ofrece la vacuna. Los expertos instan a la población a buscar información confiable y a vacunar a sus hijos para prevenir futuros brotes. Así concluyó el Dr. Peter Hotez, "lo que realmente tenemos que centrarnos es en vacunar a nuestros hijos".