El Dr. Juan Nieves fue diagnosticado con cáncer hace siete años, y esta experiencia lo ha convertido en un médico más humano y comprometido con sus pacientes.
Para el Dr. Juan Nieves, cardiólogo especialista en fallo cardíaco, su carrera es mucho más que una profesión: es una misión de vida. La decisión de especializarse en cardiología surgió de su pasión por la medicina, y el deseo de cambiar vidas.
"Cuando estaba haciendo mi entrenamiento en medicina interna, tuve la oportunidad de hacer unas rotaciones en el centro cardiovascular. Me di cuenta de que en cardiología realmente puedes hacer muchas cosas, desde clínica hasta procedimientos complejos como trasplantes de corazón", dijo el especialista a Revista Medicina y Salud Pública.
Pero lo que verdaderamente lo marcó fue el contacto directo con sus pacientes: "Ver la transformación de una persona que llega al hospital sin esperanza y que, tras el tratamiento adecuado, puede volver a abrazar a sus seres queridos y retomar su vida, es algo que no tiene precio. En cardiología puedes cambiar drásticamente la vida de los pacientes".
Uno de los momentos más difíciles, pero a la vez significativos de su carrera, fue su propio diagnóstico de cáncer con metástasis hace siete años.
"Cuando tú eres médico, sabes todo lo que hay que hacer y entiendes este diagnóstico, este tratamiento. Pero la parte de ponerte como paciente, para mí, fue una experiencia
que me hizo mucho más sensible ante el dolor del paciente. Uno se vuelve vulnerable y mucho más sensible".
Esta experiencia personal ha marcado un antes y un después en su vida, y ha moldeado la manera de tratar a sus pacientes.
"Al estudiar medicina te sabes todo lo que el libro te enseña para ser un buen médico, pero lo que te enseña la enfermedad en términos de humildad y sensibilidad, te vuelve más humano. Yo creo que eso cambió mi manera de ser de médico, y eso lo trato de inculcar todos los días, ahora que soy cardiólogo con mis pacientes en la manera de tratarlos, de sentarme con ellos y entender por lo que están pasando, así que los acompaño en su proceso de enfermedad".
Por otro lado, el especialista reconoce que, desde que empezó su práctica médica, los pacientes han podido acceder a más posibilidades en términos de diagnóstico y tratamiento para las enfermedades cardiovasculares.
"Han surgido nuevos medicamentos, tratamientos y herramientas diagnósticas como la resonancia magnética cardíaca, que ahora es más accesible en Puerto Rico. Antes no había tantas opciones y ahora los pacientes pueden beneficiarse de diagnósticos más precisos".
También se han desarrollado dispositivos más eficientes, como los desfibriladores avanzados, que permiten detectar cambios en la salud cardíaca de los pacientes.
"La accesibilidad ha mejorado, hay más lugares donde se pueden hacer cateterismos y biopsias de corazón, y más opciones de medicamentos asequibles gracias a la cobertura de algunos planes médicos".
Sin embargo, a pesar de estos avances, el Dr. Nieves reconoce que aún persisten grandes desafíos. "El reto más importante sigue siendo el diagnóstico temprano. Muchas veces los pacientes llegan cuando la condición ya está muy avanzada porque minimizan los síntomas, como falta de aire o hinchazón en las piernas", explicó.
Asimismo, la escasez de cardiólogos en Puerto Rico también supone un desafío importante, si tenemos en cuenta que las condiciones cardiovasculares se mantienen como la primera causa de muerte en la isla, y el fallo cardíaco es la razón número uno de hospitalizaciones.
"La obesidad, la diabetes y el sedentarismo están contribuyendo a esta epidemia. En la isla hay menos de 300 cardiólogos para 3.5 millones de habitantes, lo que significa que estamos por debajo de la necesidad real".
Dicho esto, el especialista hace un llamado a las nuevas generaciones de cardiólogos a que permanezcan en la isla.
"Que se queden en Puerto Rico, nos necesitan", aseveró. "Puerto Rico necesita de médicos, necesita de jóvenes que quieran echar este país para adelante en todas las especialidades,
realmente en todas las profesiones, pero particularmente hacen falta médicos especialistas. Es difícil, aquí hay retos, por ejemplo se tiene que batallar para que las aseguradoras paguen a tiempo, obtener números de proveedor, son unas limitaciones que uno, cuando está empezando, se le hace difícil. Pero tener la oportunidad de practicar aquí, junto a la familia, sigue siendo una bendición como quiera".
"Realmente yo amo mucho a mi país, y pienso que ese amor tiene que ir de la mano con el servicio que uno puede brindar aquí, cambiar las vidas de la gente con la que uno se crió, de la gente con la que uno comparte un mismo background cultural. Si se pueden quedar, que se queden. A veces es difícil, pero que igual tienes la oportunidad de cambiar muchas vidas aquí en tu propia tierra", dijo.
En cuanto al futuro de su especialidad, el Dr. Nieves se muestra optimista, pues el número de especialistas en insuficiencia cardíaca ha aumentado con el paso del tiempo, y espera que el número siga incrementando para, de esta manera, llegar a más pacientes a lo largo de la isla.
"Hace cinco años, solo había tres o cuatro especialistas en insuficiencia cardíaca y todos en San Juan. Hoy somos alrededor de 10 y muchos están fuera del área metro, en lugares como Utuado y Arecibo. Esto permite que más pacientes tengan acceso a un tratamiento adecuado".
Además, el avance tecnológico y la llegada de nuevos medicamentos están mejorando la calidad de vida de los pacientes. "Cada vez hay más MRIs cardíacos, más centros de cateterismo y nuevos dispositivos. Si seguimos en esta dirección, en los próximos cinco años veremos una mejor tasa de supervivencia en insuficiencia cardíaca en Puerto Rico".