El síndrome de ovario poliquístico es una condición compleja que, además de afectar la salud reproductiva de las mujeres, también tiene implicaciones significativas para su salud metabólica y cardiovascular.
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una afección compleja que afecta a una proporción significativa de mujeres en edad reproductiva, estimándose que puede influir en hasta un 10-15% de esta población.
Su diagnóstico se basa en la identificación de al menos dos de los siguientes criterios: irregularidades menstruales, signos de hiperandrogenismo (como acné o hirsutismo) y la presencia de ovarios poliquísticos en una ecografía.
Por eso, en el programa de ´Expertos en salud´ conversamos con la Lcda. Alana Marrero González, nutricionista y presidenta de la Academia de Nutrición y Dietética. (AND) Capítulo de PR. quién explicó sobre la condición, cuales son sus síntomas y cómo se puede llevar.
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En esta condición, los ovarios presentan múltiples quistes, que son pequeños sacos llenos de líquido. La presencia de estos quistes puede interferir con la ovulación y provocar desequilibrios hormonales, dando lugar a síntomas inusuales en las mujeres.
En palabras de la experta, "hay un desbalance hormonal, además Incluye problemas metabólicos y también genéticos", explica que "si bien hay síntomas característicos, no todas las personas viviendo con esta condición los van a presentar".
Por ejemplo, según la Lcda. Marrero, el 75% de las mujeres con esta condición, presentan resistencia a la insulina, ansiedad y cambios en el estado de ánimo repentinos. Además también podría presentarse un "aumento en peso sin explicación, y crecimiento del vello facial en exceso".
Algunas pueden experimentar ciclos menstruales regulares y aún así presentar otros síntomas, como el aumento de peso o el hirsutismo (crecimiento de vello facial en exceso), mientras que otras pueden tener menstruaciones irregulares y dificultad para concebir.
Este síndrome está vinculado a diversas enfermedades metabólicas y cardiovasculares, lo que se debe en gran parte a los desequilibrios hormonales y la resistencia a la insulina que frecuentemente acompañan esta condición.
De hecho, la Lcda. Marrero mencionó que "la resistencia a la insulina incrementa el riesgo de diabetes tipo 2". Así, las mujeres con SOP tienen un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad, lo que requiere un monitoreo regular para detectar cualquier indicio de disfunción metabólica.
Además, también está asociado con un aumento en el riesgo de enfermedades cardiovasculares: "Los problemas que presentan con el aumento de peso inexplicable puede llevar a la obesidad, y esta podría llevar a problemas de presión arterial, problemas del corazón y dolor generalizado", explica la experta.
Esto eleva el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares. El SOP influye en el metabolismo de las grasas y los carbohidratos, lo que puede llevar también a una mayor acumulación de grasa abdominal, un conocido factor de riesgo para la diabetes y las enfermedades cardíacas.
La gestión del SOP suele requerir un enfoque multidisciplinario. Esto puede incluir cambios en el estilo de vida, como una dieta balanceada y ejercicio regular, que pueden ayudar a regular los ciclos menstruales y mejorar la resistencia a la insulina.
La licenciada explica que no existen tratamientos específicos para erradicar o controlar completamente la condición. Por lo tanto, la nutrición se convierte en un aspecto crucial.
Las semillas de chía y de linaza "son fundamentales ya que aportan fibra, proteína y omega-3. Cuando encontramos un alimento que incluye fibra, proteína, vegetal y omega-3, este es un alimento ganador".
Lo que sí es cierto, es que es muy importante "lograr que haya un consumo de 20 a 30 gramos de proteína empezando el día." Para ello, recomienda el yogur griego," ya que en él, tenemos fácilmente de 15 a 20 gramos de proteína".
Para finalizar, la experta explicó que en cuanto a la fertilidad, muchas mujeres con SOP pueden quedar embarazadas, aunque pueden necesitar ayuda médica. Algunos de los medicamentos que inducen la ovulación, como el clomifeno, son comúnmente utilizados para ayudar a las mujeres con dificultades para concebir.