“Los científicos ya sabemos que el 50% de los pacientes al cambiar su dieta, mejoran sus síntomas"

El estudio, además de investigar los cambios dietéticos, también utiliza muestras de sangre y heces fecales para analizar marcadores de inflamación y evaluar cómo la dieta afecta a la microbiota intestinal.

Katherine Ardila

    “Los científicos ya sabemos que el 50% de los pacientes al cambiar su dieta, mejoran sus síntomas

    En el simposio número 14 de la Fundación Esther A. Torres, ‘Viviendo con Crohn y Colitis ulcerosa’, se discutieron temas importantes sobre las enfermedades inflamatorias del intestino, con un enfoque particular en el impacto de la dieta antiinflamatoria (DEIN) para pacientes con la enfermedad de Crohn. 

    Limarie Díaz, investigadora y parte del equipo del estudio DEIN, compartió declaraciones importantes sobre la iniciativa que se está llevando a cabo para modificar la forma en que se gestionan estas enfermedades en Puerto Rico, al menos, desde la parte alimentaria.

    Puedes ver las entrevistas completas aquí.

    Estudio DEIN 

    El estudio DEIN (Dieta Anti-Inflamatoria en Enfermedades Inflamatorias del Intestino) es una de las investigaciones más avanzadas y relevantes sobre la enfermedad de Crohn y otras afecciones inflamatorias del intestino en Puerto Rico

    Según la investigadora principal del estudio, el objetivo central de este proyecto es adaptar una dieta antiinflamatoria previamente desarrollada por un grupo de la Universidad de Massachusetts, con el fin de hacerla compatible con la gastronomía típica puertorriqueña, sin perder las propiedades nutricionales necesarias. 

    “Esto es para mantener al paciente en salud, sin perder esos valores nutritivos, pero tampoco perder el sabor de nuestros platos típicos puertorriqueños”, explica.

    Además, añade que la dieta no solo se basa en recomendaciones generales, sino que busca enseñar a los pacientes a cocinar y modificar sus hábitos alimenticios de manera gradual, para que los cambios no sean tan drásticos y sean más sostenibles a largo plazo. 

    En sus palabras, "en términos generales los científicos ya sabemos que el 50% de los pacientes al cambiar su dieta, mejoran sus síntomas". De ahí la importancia de este estudio para la salud pública en la isla.

    Obstáculos en las recomendaciones nutricionales para pacientes con EII

    Uno de los mayores desafíos del estudio es asegurar que los pacientes sigan las recomendaciones dietéticas. 

    Para ello, los participantes reciben asesoría directa de nutricionistas que les enseñan a cocinar los platos adaptados y les brindan herramientas educativas para facilitar la transición hacia una dieta más saludable. 

    "Nuestro papel no termina con la asignación de la dieta. Es vital asegurarnos de que los pacientes reciban el apoyo necesario durante todo el proceso. Esto incluye monitoreo constante y educación sobre cómo llevar a cabo la dieta, no solo a nivel práctico, sino también emocional, porque puede ser un cambio difícil en su estilo de vida", explica para la Revista MSP, Yoshimarie Méndez, coordinadora del estudio.

    ¿Quiénes pueden participar en el estudio?

    Los pacientes que participan en el estudio deben cumplir con ciertos criterios, como “tener entre 21 y 65 años y estar diagnosticados con la enfermedad de Crohn”, menciona Díaz. 

    Sin embargo, explica que “hay algunos criterios de evaluación más específicos, como pacientes que tengan la enfermedad activa pero controlada, personas que tengan la enfermedad en un grado severo no pueden participar porque podría ser muy abrupto para ellos. Los pacientes no pueden estar tomando antibióticos para el estudio, porque es una de las cosas que nosotros miramos en las bacterias en el intestino, las mujeres no pueden estar embarazadas, y no pueden tener ostomías, entre otras cosas”. 

    Además, los investigadores buscan incluir a pacientes latinos y puertorriqueños, quienes han sido históricamente subrepresentados en los estudios de enfermedades inflamatorias del intestino. 

    De hecho, la investigadora menciona que, "estas enfermedades están aumentando dramáticamente en los latinos, y ahora tenemos información importante sobre cómo las dietas locales pueden influir positivamente en nuestra salud intestinal".

    Este proceso no solo se enfoca en la correcta selección de participantes, sino también en garantizar que los pacientes sigan las pautas dietéticas de manera adecuada para maximizar los beneficios del estudio.

    Marcadores de inflamación y cambios en la microbiota intestinal

    Aunque, es importante aclarar que, el estudio, además de investigar los cambios dietéticos, también utiliza muestras de sangre y heces fecales para analizar marcadores de inflamación y "monitorear cómo los cambios en la dieta pueden modificar la comunidad microbiana y, por ende, los síntomas de los pacientes".

    Por último, tanto Limarie Díaz como Yoshimarie Méndez, coinciden en que los resultados de este estudio tienen un impacto más allá de los pacientes individuales. 

    La investigadora Díaz comentó que, "esperamos que este estudio sirva como ejemplo de cómo la buena nutrición puede ser una herramienta preventiva, sin necesidad de depender exclusivamente de medicamentos". 

    Por su parte, la coordinadora del estudio concluyó qué “a largo plazo, esperamos que este estudio sirva como un modelo para otros pacientes, no solo en Puerto Rico, sino en toda la comunidad latina”. 



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