La radioterapia de larga duración es preferible para preservación de órganos en cáncer rectal

Aunque la radioterapia de larga duración tiene mejores tasas de preservación de órganos y menores tasas de recrecimiento tumoral en comparación con la radioterapia de corta duración, ambos tratamientos mostraron tasas similares de supervivencia.

Katherine Ardila

    La radioterapia de larga duración es preferible para preservación de órganos en cáncer rectal

    Un nuevo estudio publicado en la revista Annals of Oncology plantea que la radioterapia de larga duración (LCCRT) podría ser una mejor opción para preservar los órganos en pacientes con cáncer de recto avanzado, en comparación con la radioterapia de corta duración (SCRT). 

    Este hallazgo es particularmente relevante, ya que la preservación del recto y el ano puede mejorar la calidad de vida de los pacientes, evitando procedimientos invasivos como la colostomía, que requiere el uso de una bolsa para recolectar las heces.

    El estudio, realizado por investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center en Nueva York, se centró en comparar ambas modalidades de tratamiento en términos de preservación de órganos y recurrencia tumoral.

    Comparación entre SCRT y LCCRT

    El doctor Paul Romesser, director de oncología radioterápica del cáncer anal colorrectal, y el doctor J. Joshua Smith, cirujano adjunto en el centro, lideraron la investigación. Según el Dr. Romesser, la pandemia de COVID-19 proporcionó una oportunidad única para realizar esta comparación, ya que durante los picos de la pandemia en Nueva York, todos los pacientes con cáncer de recto fueron tratados con SCRT, una opción que reduce el tiempo de exposición y contacto entre el personal y los pacientes.

    Los investigadores trataron a 323 pacientes con cáncer rectal localmente avanzado entre enero de 2020 y enero de 2021, utilizando SCRT o LCCRT como terapia neoadyuvante, es decir, antes de la cirugía, para reducir el tamaño del tumor. 

    Los pacientes que lograron una respuesta clínica completa (tumores no detectables) fueron sometidos a un enfoque de "observación y espera", evitando la cirugía. Aquellos con una respuesta incompleta fueron reevaluados en un plazo de 6 a 12 semanas. Los pacientes que no respondieron al tratamiento o que optaron por no seguir el enfoque de "observación y espera" se sometieron a una escisión mesorrectal total, que consiste en extirpar el recto y los tejidos circundantes.

    Más de dos años de seguimiento 

    Después de 31 meses de seguimiento, los resultados mostraron que el 44,5% de los pacientes tratados con LCCRT y el 43,4% de los tratados con SCRT lograron una respuesta completa. 

    Sin embargo, después de dos años, la preservación del órgano fue superior en los pacientes que recibieron LCCRT (40% en comparación con el 31% en los pacientes que recibieron SCRT). Además, en los pacientes que siguieron el enfoque de "observación y espera", la LCCRT resultó en una mayor tasa de preservación del órgano (89% frente al 70% en el grupo de SCRT) y una menor tasa de recrecimiento local del tumor (19% frente al 36%).

    No hay diferencia significativa en tasas de supervivencia 

    A pesar de estas diferencias, las tasas de supervivencia general y libre de enfermedad fueron prácticamente iguales entre ambos tratamientos. La recurrencia del cáncer en otras partes del cuerpo fue del 10% en los pacientes tratados con LCCRT y del 6,1% en aquellos tratados con SCRT, mientras que la supervivencia libre de enfermedad fue del 90% en ambos grupos, y la supervivencia general fue del 99% con LCCRT frente al 100% con SCRT.

    Este estudio, el primero en comparar directamente la SCRT y la LCCRT en términos de preservación de órganos y tasas de recrecimiento local, llena un vacío importante en el conocimiento y puede guiar la elección de tratamiento para los pacientes con cáncer de recto.

    Fuente consultada aquí.


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