Según la Dra. Hernández, gran parte de la población diabética en Puerto Rico padece ansiedad relacionada a la condición, sus complicaciones y el control de las mismas.
En una conversación para la campaña educativa ‘Tu diabetes en buenas manos’, organizada por la Revista Medicina y Salud Pública y la Asociación Puertorriqueña de Diabetes, la endocrinóloga Dra. Leticia Hernández hizo hincapié en el abordaje multidisciplinario a la hora de tratar esta condición que afecta a cerca del 19% de la población en Puerto Rico.
Y si bien es fundamental el control de azúcar, colesterol y presión arterial, el enfoque en aspectos como la salud emocional es crucial para asegurar, no solo la adherencia al tratamiento, sino una mejor calidad de vida a nivel integral.
“Aproximadamente una tercera parte de los pacientes que viven con diabetes tienen ansiedad relacionada a la condición. Aproximadamente dos terceras partes tienen ansiedad relacionada a las complicaciones. Y aproximadamente también una tercera parte de los pacientes se sienten impotentes, no se sienten positivos en términos de lo que es lograr el control de esta condición”, explicó.
Vea el programa completo aquí.
Para la especialista, uno de los desafíos más importantes es la educación, tanto para quienes padecen diabetes como para aquellos que no.
“Es importante que [el paciente] entienda la condición, que entienda cuáles son las complicaciones, que entienda sus medicamentos, cuál es su rol, cuáles son sus beneficios, cuáles son los riesgos y las precauciones que debe tener”, indicó, pues la educación permite que el paciente “se empodere de su condición porque esto ayuda a que sea más cumplidor y que se sienta más tranquilo en términos de lo que es abordar una condición de salud”.
Sin embargo, hay otros factores que influyen en el control más allá del conocimiento que tenga el paciente y su interés en ser adherente a la terapia. El acceso a los medicamentos de las últimas generaciones influye en la posibilidad de llegar a control y en la posibilidad de prevenir complicaciones cardiovasculares y renales de la condición.
“Hay muchos medicamentos que han surgido para lo que es el tratamiento... Sin embargo, el costo de estos medicamentos muchas veces hace que no sea accesible para todas las personas”, afirmó.
Esto resulta en una barrera para los pacientes que desean un mejor control de su condición pero carecen de los recursos necesarios para acceder a medicamentos y terapias de última generación.
En cuanto a los avances más relevantes en el control de la diabetes, la Dra. Hernández destacó la implementación de medicamentos innovadores que no solo ayudan a controlar la glucosa, sino que también previenen complicaciones.
“Están también unos medicamentos que se han hecho muy famosos últimamente que son los agonistas del receptor de GLP-1, que actúan a nivel de nuestro cerebro, del intestino y tiene un efecto en términos de lo que es nuestro peso, del control del azúcar”, comentó.
Asimismo, calificó las herramientas que permiten a los pacientes monitorear sus niveles de azúcar, realizar ajustes en su dieta y actividad física, como dispositivos útiles ya que brindan información y recomendaciones en tiempo real, lo que permite que el paciente pueda tomar decisiones informadas y mejorar sus hábitos diarios.
“Tenemos la oportunidad de que el sensor nos diga: ‘mira, tu azúcar va subiendo, párate, haz 15 squats, párate, camina rápidamente en este momento, toma agua’”, explicó la Dra. Hernández.
Al igual que en otras condiciones, el tratamiento de la diabetes no es estándar para todas las poblaciones; es fundamental adaptar el tratamiento a las necesidades de cada paciente, especialmente en mujeres embarazadas o adultos mayores.
“En el caso de la mujer embarazada, vamos a tener unas metas de manejo de esa paciente donde vamos a tratar de llevar a unos niveles de glucosa más bajos”, explicó.
Sin embargo, en personas mayores o frágiles (que no necesariamente son mayores), las metas de control de glucosa son menos estrictas para evitar complicaciones, de ahí la importancia de individualizar el tratamiento para cada uno.
“Yo tengo personas muy jóvenes que son muy frágiles… y tengo personas mayores que están súper bien”, indicó.
Si bien es cierto que la diabetes inicialmente se evalúa en la oficina de un endocrinólogo, en la ecuación se hace necesario la orientación de más especialistas, como nutricionistas, fisiólogos, incluso cardiólogos, nefrólogos u oftalmólogos en caso de alguna preexistencia, con el objetivo de garantizar una mejor calidad de vida, y obtener mejores resultados.
“Necesitamos que ese paciente nos comunique esas necesidades que tiene para nosotros completar el equipo que esa persona particular… necesita para lograr un control de su salud y sentirse él en poder de manejar su diabetes”, concluyó.