La mayoría de los casos provocados por la BA.2.75 se han registrado en la India, y su ritmo de crecimiento ha llamado la atención a la comunidad científica.
Los expertos en microbiología actualmente están alertas frente a "posible variante de segunda generación" que se extiende rápidamente en la India, primer país en informar y donde se tienen la mayoría de los casos detectados hasta el momento, a pesar, que ya se ha identificado en otros siete países.
Esta nueva variante es un sublinaje de ómicron (BA.2.75) y que ha sido apodada Centaurus; y que ha activado todos los esquemas de vigilancia epidemiológica, proceso que le sigue el rastro de contagios al coronavirus que actualmente continúa mutando hasta donde como humanidad lo permitamos.
Los especialistas actualmente estudian la nueva 'descendiente' de BA.2 y si está logrará o no desplazar a las actualmente predominantes, BA.4 y BA.5. La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de su jefa científica en India, Soumya Swaminatahn, alertó este martes de que "ha habido una emergencia por -lo que podría ser- una nueva subvariante".
En India representa al menos el 23% de los contagios secuenciados y crece a un ritmo de un 17% diario más rápido que el resto de variantes del linaje BA.2, según los datos del gobierno indio.
Swaminatahn explicó que de momento hay "secuencias limitadas" de esta nueva subvariante, pero "parece que presenta algunas mutaciones en el dominio de unión al receptor de la proteína S, que es una parte clave del virus que atrapa a las células humanas, por lo que tenemos que vigilarla; es demasiado pronto para saber si esta subvariante tiene capacidad adicional de evadir la respuesta inmune o provocar una enfermedad más grave. Eso no lo sabemos. Tenemos que esperar y seguir controlando".
Alemania, Australia, Canadá, Japón, Nueva Zelanda, Reino Unido y Estados Unidos, son los otros países en los que se han reportado casos hasta el momento, la OMS determina que ya son "unos diez países" debido a la vigilancia realizada, pero no establecen más nombres.
La OMS se preocupa porque Centaurus presenta "una constelación de mutaciones en la espícula cuya combinación no había visto hasta ahora"; y gracias a análisis preliminares, la nueva variante de “segunda generación” presenta 16 nuevas mutaciones genómicas, ocho de ellas en la proteína S -Spike o espícula-, las que están señaladas como clave son las mutaciones G446S y R493Q (pues la primera se ubica en una de las zonas del virus con mayor capacidad para evadir los anticuerpos generados por vacunas o infecciones previas).
El investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y experto en epidemiología genómica, Dr. Iñaki Comas, explica que, "la preocupación de la OMS no viene tanto porque tengamos datos sobre una mayor transmisibilidad o severidad -pues está creciendo en India, pero no está claro si es más o menos transmisible que otras variantes circulantes como puede ser BA.5, que es la que está empezando a dominar en muchos países europeos-, sino porque tiene una constelación de mutaciones en la espícula cuya combinación no había visto hasta ahora (las mutaciones sí pero todas juntas en una misma variante no)".
Las hipótesis sostienen que aquellas variantes que acumulan muchas mutaciones genéticas podrían surgir cuando el virus se hospeda en un mismo organismo durante un periodo de tiempo más prolongado, aquellos no tengan capacidad para luchar contra las enfermedades que causa el virus, logrando que este pueda vivir más tiempo en el organismo, llevándolo a mutar.
"Como ha ocurrido otras veces, cuando se ven estas combinaciones se considera que son variantes que deben ser vigiladas de forma continuada. Muchas de ellas al final no llegan a reemplazar las existentes o es un fenómeno local, pero vale la pena detectarlas pronto como se ha hecho para poder vigilarlas. Ahora habrá que esperar para poder evaluar su impacto en transmisibilidad, severidad y vacunas", agrega el Dr. Comas.
A través de Twitter el virólogo Tom Peacock, del departamento de Enfermedades Infecciosas del Imperial College de Londres (Reino Unido), afirma que ninguna mutación, por sí sola es realmente preocupante, "pero que aparezcan todas juntas a la vez es otra cosa, en su momento no se habló de las variantes de segunda generación, pero hay un consenso cada vez mayor de que podrían surgir de infecciones crónicas".
El virólogo Peacock mencionaba también que es "completamente posible" que esta nueva subvariante "solo esté creciendo en un contexto de BA.2 (.12.1) y que golpee la pared invasora de BA.5 y se detenga, ya lo veremos".
El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS mantuvo que las variantes BA.4 y BA.5 son las que las están detrás de las oleadas de transmisión en América y Europa, mientras que India y otros países se ha detectado también BA.2.75, una subvariante que está monitorizando.
Mientras esperamos para saber si la virulencia de la nueva 'descendiente' de BA.2 llamada Centaurus es mayor o no, y si logra 'dar el relevo' o no a BA.4 y BA.5, "se debe ver si aparece en otros países y si, en competición con variantes dominantes es capaz de desplazarlas en diferentes localizaciones indicando una ventaja sobre ellas. Esa transmisibilidad viene dada sobre todo por el hecho de que las nuevas subvariantes como BA.5 tienen capacidad parcial de evadir en parte la respuesta inmune, lo cual lleva a reinfecciones incluso de personas que en Navidad se infectaron con BA.1 [ómicron original]", mantiene Comas, que también es el coordinador junto a Margarita Salas de la plataforma Salud Global del CSIC.
Asimismo, este especialista también señala que "hay que esperar a que haya un número de casos mayor para poder descartar un impacto significativo en la protección contra enfermedad severa, y si bien puede llevar a un mayor número de infecciones, es poco probable que esto afecte a la severidad o a la protección de las vacunas, que hasta ahora han protegido de forma sólida contra enfermedad grave y la muerte, independientemente de la variante", concluye Comas.
Fuente consultada aquí.