No solo habrá dolor en las articulaciones, sino también en los tendones cercanos y en la piel. Esto es lo que la diferencia de las demás artritis.
La artritis psoriásica, también conocida como enfermedad psoriásica, es una condición inflamatoria crónica que afecta tanto las articulaciones como los tendones, y suele desarrollarse en personas con psoriasis.
Esta es una enfermedad autoinmune que provoca una regeneración acelerada de las células de la piel, dando lugar a placas escamosas e inflamatorias en la superficie cutánea. Sin embargo, la inflamación que la caracteriza no se limita a la piel, sino que puede afectar otras áreas del cuerpo, como el sistema musculoesquelético.
En un episodio del podcast de la Revista MSP, el Dr. Óscar Soto, reumatólogo, explicó sobre esta enfermedad vinculada a la psoriasis, y como esta condición crónica del sistema inmune es diferente al resto de artritis.
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¿Qué es la enfermedad psoriásica?
La artritis psoriásica es un subtipo de artritis inflamatoria que causa dolor e hinchazón en las articulaciones y los tendones. Como explica el Dr. Soto, esta condición es peculiar porque "no solo afecta las articulaciones, sino también los tendones que rodean estas articulaciones, una condición llamada entesitis".
Este tipo de inflamación, ocurre en las áreas donde los tendones se insertan en el hueso, lo que provoca dolor no solo en las articulaciones, sino también en los tejidos circundantes. Además, puede haber inflamación en la columna vertebral, causando espondilitis, y en los ojos, provocando uveítis.
El doctor, explica que la psoriasis es una "condición autoinmune crónica e inflamatoria", en la que el sistema inmunológico ataca las células de la piel. Sin embargo, "este proceso va mucho más allá. Al afectar al sistema inmune, produce una inflamación sistémica, es decir, esa inflamación puede viajar o alojarse en otras áreas, y una de las áreas donde ocurre es en el sistema musculoesquelético".
Si bien es cierto que la psoriasis afecta principalmente la piel, es un trastorno sistémico que puede influir en otras áreas del cuerpo, como las articulaciones, y esto es lo que genera la artritis psoriásica.
Según el experto, "más o menos un 30% de los pacientes con psoriasis van a tener en algún momento artritis psoriásica, aunque los últimos estudios que se han publicado, sugieren que quizás podría ser hasta mayor de un 30% a un 50%".
Uno de los síntomas más característicos de la artritis psoriásica es la inflamación de los dedos de las manos y los pies, a menudo denominada "dedo en salchicha" debido a la hinchazón generalizada del dedo.
Además, el Dr. Soto menciona que "estos pacientes también pueden tener una espondilitis o envolvimiento axial, lo que causa dolor de espalda inflamatorio", que suele presentarse en la zona lumbar y la articulación sacroilíaca. A diferencia del dolor de espalda común, este tipo de dolor "no mejora con el descanso y puede empeorar por la inactividad" siendo más agudo durante la noche y mejorando con el movimiento.
Otro aspecto relevante de la enfermedad es que no siempre afecta las articulaciones de forma simétrica. El Dr. Soto indica que puede haber dolor en "una o dos articulaciones", como en un codo derecho y una rodilla izquierda, lo que dificulta el diagnóstico si no se realiza una evaluación clínica completa.
El diagnóstico temprano es crucial para prevenir daños irreversibles en las articulaciones. El experto recomienda la revisión de la historia clínica y familiar, especialmente en aquellos pacientes que "no saben que tienen psoriasis porque tienen parches muy pequeños o en áreas menos visibles como detrás de las orejas o entre los glúteos".
Además, la evaluación clínica se complementa con pruebas de laboratorio que buscan marcadores de inflamación sistémica, como la proteína C-reactiva.
Por otro lado, las radiografías y resonancias magnéticas son herramientas fundamentales, particularmente en los casos de afectación de la columna. Estas pruebas permiten detectar "cambios erosivos o hipertróficos en el hueso", características que son importantes para diferenciar la artritis psoriásica de otras formas de artritis inflamatoria, como la artritis reumatoide.
Finalmente, el Dr. Soto dice que "el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son esenciales para evitar el daño irreversible en las articulaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes".
Con los avances en el tratamiento de la artritis psoriásica, es posible mantener la inflamación bajo control y llevar una vida funcional y activa. Además, el autocuidado y los cambios en el estilo de vida son importantes para que, durante un enfoque multidisciplinario, ese paciente pueda llevar su vida sin interrupciones e impedimentos a causa de la condición.