Los participantes experimentaron mejoras significativas en el dolor, la función y la calidad de vida de los pacientes.
Abatacept, un nuevo fármaco biológico, redujo la progresión de la artritis reumatoide en un ensayo clínico de fase 2b.
Este medicamento es utilizado actualmente como tratamiento de segunda o de tercera línea para la artritis reumatoide. Aún así, se reclutaron 213 individuos para el estudio, todos con un alto riesgo de desarrollar la enfermedad, con el objetivo de medir su potencial para prevenir su progresión.
Los participantes, hombres y mujeres mayores de 18 años con síntomas tempranos, pero sin inflamación articular, fueron divididos en dos grupos: uno recibió abatacept y el otro un placebo durante un año, seguido de un periodo de seguimiento de 12 meses sin tratamiento.
Los resultados mostraron una diferencia significativa en la progresión de la enfermedad entre los dos grupos.
Tras un año del tratamiento, solo el 6% de los pacientes que recibieron abatacept desarrollaron artritis, en comparación con el 29% del grupo del placebo. A los 24 meses, estas diferencias seguían siendo significativas, con solo el 25% de los pacientes en el grupo de abatacept progresando a artritis reumatoide frente al 37% en el grupo de placebo.
El profesor Andrew Cope, del King's College de Londres, líder del estudio, comentó: "Este es el mayor ensayo de prevención de la artritis reumatoide hasta la fecha, y el primero en demostrar que un tratamiento aprobado para la artritis reumatoide establecida también puede ser efectivo para prevenir su desarrollo en personas en riesgo. Estos resultados son alentadores y podrían ofrecer nuevas esperanzas para quienes enfrentan el riesgo de desarrollar esta enfermedad debilitante".
Además de prevenir la progresión a artritis reumatoide, el abatacept también mostró mejoras significativas en el dolor, la función y la calidad de vida de los pacientes, así como una reducción en la inflamación articular detectable mediante ecografía.
El estudio también incluyó el testimonio de Philip Day, un ingeniero de software de 35 años que participó en el ensayo. Day, quien tenía un alto riesgo de desarrollar artritis reumatoide, experimentó una mejora notable en su calidad de vida después de recibir abatacept como tratamiento preventivo. Ahora puede disfrutar de actividades como jugar al fútbol con su hijo, lo que antes le resultaba imposible debido al dolor y la incomodidad causados por la enfermedad.
Aunque el tratamiento con abatacept no está exento de riesgos y puede tener efectos secundarios, los investigadores creen que estos resultados abren nuevas posibilidades en la prevención y el tratamiento de la artritis reumatoide.
El profesor Cope enfatizó la importancia de comprender mejor a las personas en riesgo para garantizar que aquellos con mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad reciban el tratamiento adecuado.
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