Avances en el tratamiento de la artritis psoriásica: Un paso más cerca de la remisión

La artritis psoriásica, una enfermedad que combina inflamación articular y psoriasis, puede ser devastadora para quienes la padecen. Sin embargo, los avances en tratamientos, como los inhibidores del TNF y los nuevos inhibidores GLP1 para la pérdida de peso, ofrecen esperanza de remisión y mejora en la calidad de vida.

Laura Guio

    Avances en el tratamiento de la artritis psoriásica: Un paso más cerca de la remisión

    En un podcast exclusivo de la revista de Medicina y Salud Pública, con el Dr. Ricardo Gago, reumatólogo, informa sobre los criterios a la hora de tratar la artritis psoriásica y aquellas alternativas disponibles en la actualidad para controlar la condición.

    Para empezar, la artritis psoriásica es una forma de artritis inflamatoria  progresiva de las articulaciones y los lugares donde los tendones y los ligamentos se unen a los huesos (entesis).  Suele presentarse en pacientes con psoriasis, problema cutáneo común que produce parches rojos en la piel.

    Normalmente, ocurre cuando el sistema inmunitario, por razones que se desconocen, se vuelve hiperactivo y provoca inflamación, lo cual produce dolor e hinchazón. En la mayoría de los casos, la psoriasis aparece antes de la artritis, sin embargo, en algunas personas, la artritis aparece antes que la enfermedad de la piel.

    Los síntomas más comunes

    Así mismo, el especialista hace énfasis en que el dolor es la queja más frecuente entre los pacientes con artritis psoriásica. Este dolor inflamatorio, que puede durar desde una hora hasta todo el día, suele ser más intenso al despertar.

     Muchos pacientes informan de una sensación de entumecimiento y rigidez, que mejora al moverse. El dolor puede manifestarse en las articulaciones distales, como los dedos de las manos y los pies, y en algunos casos se presenta como dactilitis, donde los dedos se inflaman y adquieren un aspecto de "salchicha".

    De igual forma, las uñas de color amarillento o anaranjado, también conocidas como manchas de aceite y onicolisis, la presencia de pequeños hoyuelos en las uñas, o pérdida de transparencia de la uña, son síntomas que ayudan a reconocer la artritis psoriasica.

    Algunos pacientes pueden experimentar inflamación de tendones, como el tendón de Aquiles o los tendones de la rodilla, lo que intensifica la incomodidad y dificulta la movilidad.  

    Dificultades en el diagnóstico

    Según el Dr. Ricardo Gago: "Es complicado cómo diagnosticar, ya que no hay una prueba específica que nos pueda determinar ya sea por laboratorio o por imágenes que nos determine esto es artritis psoriásica, pero en su mayoría está acompañado de la psoriasis"

    Por lo mismo, una de las grandes barreras en el tratamiento de la artritis psoriásica es su diagnóstico tardío. Muchos pacientes pasan meses, e incluso años, sin un diagnóstico claro, lo que puede llevar a una pérdida de funcionalidad articular. La educación del paciente es crucial; cuanto más informado esté, más probable será que reconozca sus síntomas y busque ayuda médica.

     En la mayoría de los casos, se observa un factor reumatoideo negativo y anticuerpos antinucleares (ANA) negativos. Sin embargo, ciertos marcadores, como el HLAB27, pueden ayudar a confirmar la presencia de la enfermedad en algunos pacientes.

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    Factores de riesgo y prevención

    "Hay una relación bien directa en torno al paciente que tiene sobrepeso y el paciente que le da psoriasis y el que tiene artritis psoriásica o sea que tenemos una relación entre el estilo de vida, entre el fumar cigarrillo y hábitos de vida (...)  La grasa crea inflamación y estimula el mecanismo inflamatorio que vemos en la artritis psoriásica." Señala el Dr. Gago.

    Por tal motivo, el sobrepeso no solo aumenta el riesgo de psoriasis, y artritis psoriásica, sino que también contribuye a la inflamación articular. Otros factores de riesgo incluyen el tabaquismo y un estilo de vida sedentario.

    Además de los síntomas articulares, la artritis psoriásica puede tener manifestaciones extraarticulares, como problemas cardiovasculares y oculares. Estas complicaciones subrayan la importancia de un tratamiento adecuado y el seguimiento médico continuo.

    Tratamientos para la artritis psoriásica

    La gestión de la artritis psoriásica ha evolucionado significativamente en los últimos años. Un enfoque integral que incluye medicamentos, cambios en el estilo de vida y educación del paciente es fundamental para controlar los síntomas y alcanzar la remisión.

    Inhibidores del TNF: Un pilar en el tratamiento

    Los inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNF) han revolucionado el manejo de enfermedades autoinmunitarias, incluida la artritis psoriásica. Medicamentos como el etanercept (Enbrel), infliximab (Remicade) y adalimumab (Humira) actúan bloqueando la acción del TNF, una proteína involucrada en la inflamación.

    Estos tratamientos han demostrado ser altamente efectivos, reduciendo significativamente la inflamación y mejorando la movilidad en muchos pacientes. Además, son generalmente bien tolerados, con efectos secundarios que suelen ser menos severos en comparación con tratamientos más antiguos. Su uso adecuado puede ayudar a los pacientes a llevar una vida activa y a prevenir daños articulares a largo plazo.

    Inhibidores GLP-1: Un enfoque innovador

    Los inhibidores del péptido 1 similar al glucagón (GLP-1) están emergiendo como una opción prometedora para pacientes con artritis psoriásica que también enfrentan problemas de sobrepeso. Medicamentos como liraglutida (Saxenda) y semaglutida (Ozempic) ayudan a controlar el peso y a mejorar el metabolismo, lo cual es crucial, ya que la obesidad es un factor de riesgo conocido para el desarrollo y la progresión de la enfermedad.

    Según el especialista: "Están optando en dar medicamentos que nos ayudan con el sobrepeso, porque se ha visto unos mejores resultados a nivel de control de la enfermedad y de llegar a la remisión". De igual forma, estos medicamentos no solo promueven la pérdida de peso, sino que también pueden tener efectos antiinflamatorios que benefician a los pacientes con artritis psoriásica

    Cabe resaltar que cada paciente es único, y lo que funciona para uno puede no ser adecuado para otro. Por ello, es crucial que los médicos trabajen en conjunto con sus pacientes para diseñar un plan de tratamiento individualizado que contemple sus necesidades y objetivos específicos.

    La artritis psoriásica, aunque desafiante, no es una sentencia de incapacidad. Gracias a los avances en tratamientos y una mayor comprensión de la enfermedad, los pacientes tienen la oportunidad de vivir vidas plenas y activas. La clave está en la combinación de tratamientos eficaces, educación continua y un compromiso con un estilo de vida saludable. Con el enfoque correcto, la remisión clínica es una meta alcanzable.


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