Cirugía, yodo radiactivo o inmunoterapia: ¿Cuándo se recomiendan para el cáncer de tiroides?

El cáncer de tiroides, aunque común, a menudo pasa desapercibido hasta que presenta síntomas más graves.

María Camila Sánchez

    Cirugía, yodo radiactivo o inmunoterapia: ¿Cuándo se recomiendan para el cáncer de tiroides?

    Uno de los desafíos principales en el diagnóstico de problemas tiroideos es la detección temprana de los nódulos, que suelen crecer lentamente y no siempre presentan síntomas claros en sus primeras etapas. 

    En una conversación exclusiva que sostuvo la Revista Medicina y Salud Pública con la Dra. Miosotis García, patóloga y miembro del Departamento de Endocrinología del Hospital Municipal de San Juan, la especialista explicó que es común que los pacientes acudan al médico cuando empiezan a notar cambios como dificultad para tragar, alteraciones en la voz o sensación de ahogo al comer. 

    "Estos síntomas suelen llevar al paciente a consultar a su médico primario o endocrinólogo, quien procede con un examen físico y una revisión del historial médico. A partir de ahí, se ordena una ecografía, que es el estudio radiológico principal para evaluar los nódulos".

    La ecografía permite identificar el tamaño, ubicación y otras características del nódulo, pero por sí sola no es suficiente para determinar si el crecimiento es benigno o maligno. 

    "Aunque algunos aspectos, como los nódulos sólidos o los bordes irregulares, pueden ser indicadores de malignidad, es difícil basarse solo en la imagen para tomar una decisión", subrayó. En estos casos, se recomienda realizar una biopsia para obtener un diagnóstico preciso.

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    Criterios para realizar una biopsia

    Uno de los temores más comunes entre los pacientes es el proceso de la biopsia. Sin embargo, la Dra. García asegura que se trata de un procedimiento sencillo y mínimamente invasivo. "La biopsia de tiroides se realiza con una aguja muy fina, mucho más delgada que la utilizada para sacar sangre", detalló. 

    El procedimiento comienza con el paciente acostado, con el cuello bien extendido, mientras el médico localiza el nódulo con ayuda de un ultrasonido. "La aguja permanece en el nódulo entre 5 y 10 segundos. Aunque algunos pacientes pueden sentir una leve molestia, la mayoría lo tolera muy bien, incluso en casos donde la glándula tiroides está inflamada debido a otras condiciones como hipertiroidismo o hipotiroidismo".

    La decisión de proceder con una biopsia se basa en una serie de criterios establecidos por la Asociación Americana de Tiroides. "Por ejemplo, los nódulos sólidos de más de un centímetro son candidatos a biopsia, ya que es difícil saber si son benignos solo por la apariencia ecográfica". 

    También, aquellos nódulos con microcalcificaciones o forma irregular deben ser estudiados más a fondo.

    Tipos de cáncer de tiroides

    Existen varios tipos de cáncer de tiroides, cada uno con características y comportamientos únicos. La Dra. García destacó que el más común es el carcinoma papilar, que representa entre el 90% y 95% de los casos. 

    "Este tipo de cáncer generalmente tiene un buen pronóstico y responde bien al tratamiento. Se origina en las células foliculares del tiroides, las mismas que producen y almacenan hormonas tiroideas".

    Otros tipos de cáncer de tiroides incluyen el carcinoma folicular y el carcinoma de células de Hürthle, que también se derivan de las células foliculares. Además, está el carcinoma medular, que se origina en las células parafoliculares o células C, encargadas de producir calcitonina, una hormona que regula los niveles de calcio en la sangre. 

    "Este último tipo tiene un comportamiento clínico distinto y puede estar asociado con síndromes genéticos", mencionó la especialista.

    Sin embargo, el tipo de cáncer más agresivo es el carcinoma anaplásico, que es raro pero extremadamente invasivo. "El carcinoma anaplásico tiene una tasa de supervivencia muy baja, ya que tiende a propagarse rápidamente y no responde bien a los tratamientos tradicionales", advirtió. 

    Además de estos carcinomas, es posible que el tiroides también sea afectado por linfomas, sarcomas o incluso metástasis de otros tipos de cáncer, como el de seno o pulmón.

    De la cirugía a la inmunoterapia para el tratamiento del cáncer de tiroides

    El tratamiento estándar para el cáncer de tiroides es la cirugía, especialmente en los casos de carcinoma papilar y folicular. "La extracción quirúrgica de la glándula tiroides es el tratamiento más común. En muchos casos, después de la cirugía no se requiere de tratamientos adicionales, excepto en casos donde hay recurrencia del cáncer", afirmó la doctora.

    El yodo radioactivo se utiliza en casos donde el cáncer ha regresado o si se sospecha de metástasis. "Este tratamiento ayuda a destruir las células tiroideas restantes, que podrían ser cancerosas. Sin embargo, no es necesario en todos los casos, y se reserva principalmente para aquellos pacientes en los que se ha detectado una recurrencia", indicó.

    En cuanto a los tipos de cáncer más agresivos, como el carcinoma anaplásico, se están estudiando nuevas terapias, incluyendo la inmunoterapia. "Aunque la cirugía sigue siendo el pilar del tratamiento, hoy en día estamos viendo avances prometedores en la inmunoterapia, que busca fortalecer el sistema inmunológico del paciente para combatir las células cancerosas", señaló García.

    Detección temprana: ¿Por qué es importante?

    Es fundamental prestar atención a los síntomas iniciales y acudir con un especialista tan pronto se detecte alguna anomalía en el cuello o la tiroides.

    "Un diagnóstico temprano es crucial para mejorar el pronóstico del cáncer de tiroides. Aunque la mayoría de los casos tienen un buen pronóstico, es importante identificar el tipo de cáncer y su estadio lo antes posible para aplicar el tratamiento adecuado", concluyó.


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