En el análisis por protocolo, la inyección intramuscular no fue no inferior a la intraarticular a las 4 semanas: diferencia media en las puntuaciones de dolor entre grupos
De acuerdo con una investigación publicada en Jama Network, investigadores demostraron que en pacientes con gonartrosis, la analgesia con inyección intramuscular de glucocorticoides no fue no inferior a la inyección intraarticular de glucocorticoides a las 4 semanas, pero fue no inferior a las 8 y a las 24 semanas, la inyección intraarticular tiene problemas de seguridad.
El resultado más destacado, es que ambos tipos de inyecciones deben considerarse estrategias efectivas, y este ensayo proporciona evidencia para la toma de decisiones compartida entre médicos y pacientes, teniendo en cuenta las ventajas y desventajas de ambas estrategias de tratamiento.
La osteoartritis (OA) es una de las principales causas de discapacidad, y la rodilla es la articulación más comúnmente afectada. Las estrategias de tratamiento clave, como la educación sobre la enfermedad, la terapia de ejercicios y la pérdida de peso, en combinación con medicamentos para el dolor, generalmente están indicadas para pacientes con artrosis de rodilla en la práctica clínica. Entre los analgésicos, la inyección intraarticular (IA) de glucocorticoides es una de las más utilizadas.
Los ensayos clínicos han demostrado la eficacia a corto plazo de la inyección de glucocorticoides IA para reducir el dolor de rodilla de moderado a intenso. Varias guías profesionales recomiendan el uso de la inyección de glucocorticoides IA para pacientes con artrosis de rodilla que no han respondido a los analgésicos orales o tópicos.
Sin embargo, la seguridad de inyectar un glucocorticoide en la rodilla genera cada vez más preocupación entre los médicos. Un ensayo clínico aleatorizado de 2 años mostró que la inyección IA de glucocorticoides daría como resultado una pérdida de cartílago significativamente mayor.
Además, aunque rara, la inyección IA se asocia con mayores riesgos de artritis séptica e infección articular posoperatoria, para lo cual se recomienda un intervalo mínimo de 3 meses entre la inyección y otras operaciones. Otro obstáculo para implementar la inyección IA es que, en atención primaria, los médicos generales (GP) pueden no sentirse competentes para colocar la aguja en la articulación de la rodilla.
La inyección intramuscular (IM) podría ser un enfoque alternativo para la administración de glucocorticoides en pacientes con artrosis de rodilla porque elimina los riesgos directos de efectos tóxicos sobre el cartílago y la artritis séptica y es más fácil de realizar que la inyección IA. Se ha informado que la inyección intramuscular de glucocorticoides es beneficiosa para aliviar el dolor en otras enfermedades musculoesqueléticas, como la enfermedad del manguito rotador y la OA de la mano.
En un ensayo doble ciego realizado por nuestro equipo, la inyección IM de glucocorticoides fue superior a la inyección de placebo para reducir el dolor en pacientes con artrosis de cadera hasta al menos 12 semanas.
Hasta donde sabemos, ningún estudio ha evaluado el efecto analgésico de la inyección de glucocorticoides IM para la artrosis de rodilla ni ha comparado directamente su efecto con la inyección de glucocorticoides IA.
Resultados fundamentales
Diseño del estudio
Limitaciones
Fuente consultada aquí