Expertos coinciden en que las pruebas de detección de cáncer colorrectal en adultos mayores deben basarse en una evaluación de la salud general del paciente, historial clínico, comorbilidades y expectativa de vida.
La colonoscopia sigue siendo el método más eficaz para detectar el cáncer colorrectal (CCR) y eliminar pólipos precancerosos. Sin embargo, la edad en la que los beneficios de este procedimiento superan los riesgos no es un tema sencillo.
Según las recomendaciones actuales en los Estados Unidos, la detección del CCR debe comenzar a los 45 años y continuar hasta los 75 años. Después de esta edad, los beneficios de la colonoscopia disminuyen significativamente debido a los mayores riesgos asociados con el procedimiento en personas mayores.
Los adultos mayores de 75 años enfrentan un mayor riesgo de complicaciones antes, durante y después de una colonoscopia. Las preparaciones intestinales pueden causar deshidratación o problemas electrolíticos, mientras que durante la operación pueden ocurrir hemorragias o perforaciones intestinales.
Después del procedimiento, pueden surgir complicaciones pulmonares o cardiovasculares. Estos riesgos a menudo superan los beneficios de detectar una lesión precancerosa o un cáncer en etapa temprana, especialmente porque las tasas de neoplasia avanzada y cáncer colorrectal detectadas en este grupo de edad son bajas.
El Dr. Michael Rothberg, director del Centro para la Investigación de Atención Basada en el Valor de la Clínica Cleveland, destaca que la expectativa de vida es un factor clave a considerar. "Tomando el ejemplo más extremo, si te quedan 6 meses de vida, detectar un cáncer en etapa temprana no te va a ayudar", afirmó Rothberg.
Para aquellos que tienen más tiempo, los beneficios de la detección y la vigilancia continuas pueden ser mayores que los riesgos, pero el momento en que ese equilibrio pasa de ser útil a no serlo sigue siendo incierto.
En mayo de 2021, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. (USPSTF) redujo el umbral de detección del cáncer colorrectal a los 45 años, recomendando que todos los adultos entre 45 y 75 años se sometan a la prueba.
Para las personas de entre 76 y 85 años, el USPSTF sugirió realizar pruebas selectivas de detección, basadas en una evaluación individualizada de los riesgos y beneficios.
Sin embargo, el seguimiento tras la detección de pólipos en personas mayores de 75 años sigue siendo un área gris. Según la Asociación Estadounidense de Gastroenterología (AGA), la decisión de continuar con la detección del CCR o la vigilancia después de la polipectomía en este grupo de edad debe basarse en factores como las comorbilidades, la historia clínica y el riesgo individual.
Por ejemplo, los pacientes mayores que no han sido sometidos a pruebas de detección previamente y no presentan comorbilidades podrían beneficiarse de las pruebas hasta los 80 años para hombres y hasta los 90 años para mujeres.
Por otro lado, aquellos que se han realizado colonoscopias regularmente pero tienen comorbilidades graves que limitan su expectativa de vida podrían detener el seguimiento antes, incluso a los 65 años.
Un estudio encontró que un porcentaje significativo de colonoscopias de detección se realizaron en pacientes mayores de 75 años con una expectativa de vida limitada.
A pesar de los bajos beneficios en la detección de neoplasias avanzadas o cáncer colorrectal, los eventos adversos que requirieron hospitalización fueron comunes, aumentando con la edad.
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