Un efecto perjudicial de la exposición directa al sol, es la supresión del sistema inmunológico de la piel. La radiación UV puede debilitar las defensas naturales de la piel, dificultando su capacidad para combatir infecciones y enfermedades cutáneas.
En el marco del evento ExpoSalud en Puerto Rico, el Dr. Abdiel Alicea, reconocido investigador en dermatología, destacó la relevancia de entender cómo el sol afecta nuestra piel y la importancia de tomar medidas preventivas.
El Dr. Alicea explicó que la luz solar comprende diferentes componentes, desde la luz visible hasta los rayos ultravioleta (UV), los cuales son invisibles para los humanos pero tienen un impacto significativo en la salud cutánea. "La exposición a los rayos UV puede provocar arrugas y manchas prematuras, dañando las fibras de colágeno y elastina, además puede contribuir al aumento de melanina, lo que produce manchas en la piel".
¿Cómo afecta el sol a nuestra piel?
La exposición excesiva o directa al sol puede resultar en quemaduras solares, que no solo son dolorosas, sino que también indican un daño significativo en la piel, aumentando el riesgo de cáncer cutáneo y acelerando el proceso de envejecimiento.
"La radiación UV puede provocar mutaciones en el ADN de las células cutáneas, lo que aumenta la probabilidad de desarrollar diferentes tipos de cáncer de piel, como el melanoma, el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas." explicó el Dr. Alicea.
Las afecciones dermatológicas hacen más vulnerable la piel al sol
"Si sufrimos de alguna condición de la piel, es importante saber cómo el sol afecta directamente, como por ejemplo: la dermatitis atópica, el calor ocasiona que nosotros sudemos y el sudor puede irritar y desencadenar el ciclo de picor y rascado. Esto automáticamente empeora la situación y nos deja saber que debemos protegernos más.", explicó el especialista.
En el caso del acné, la exposición al sol puede tener efectos mixtos. Si bien la luz solar puede ayudar a secar temporalmente los granos, el sudor resultante puede obstruir los poros y aumentar la producción de sebo, además de crear manchas resultantes del acné en contacto con el sol.
La rosácea, de igual forma, es una condición que puede empeorar significativamente con la exposición al sol. Puede desencadenar brotes de enrojecimiento, inflamación y vasos sanguíneos dilatados, lo que hace que sea crucial evitar la sobreexposición al sol y tomar medidas para proteger la piel, como el uso de protector solar y evitar las horas de mayor intensidad solar.
Por otro lado, la psoriasis puede beneficiarse de la exposición controlada al sol. La luz solar puede ayudar a reducir las lesiones al disminuir la inflamación y ralentizar el crecimiento celular excesivo. Sin embargo, es fundamental que la exposición solar sea supervisada y guiada por especialistas, ya que el exceso de sol puede empeorar la condición o aumentar el riesgo de cáncer de piel en el largo plazo.
Podemos prevenir el cáncer de piel protegiéndonos del sol
Entre las recomendaciones ofrecidas por el Dr. Alicea para proteger la piel del sol, se encuentran:
- Evitar la exposición directa al sol durante las horas de mayor intensidad, de 10 am a 4 pm.
- Utilizar protector solar con un factor de protección solar (SPF) de al menos 30, o incluso 50 para pieles sensibles o claras, aplicándolo generosamente y reaplicándolo cada dos horas.
- Proteger áreas sensibles del cuerpo, como orejas, labios, cuello, manos y pies, con accesorios adecuados como sombreros, gafas de sol y sombrillas.
- Combinar el uso de protector solar con prendas de vestir que cubran la piel, especialmente en áreas sensibles.
"Para pieles sensibles, deben buscar en la parte de atrás del SPF, ahí debe decir ´óxido de zinc y dióxido de titanio´, estos ingredientes han sido los más beneficiosos para los pacientes con piel más sensitiva, además también es recomendado usarlo en bebés mayores de 6 meses en adelante, para proteger a los más pequeños del sol" así lo recomendó el especialista.
Revive la charla con el Dr. Abdiel Alicea aquí.