Hace dos años fue sonado el caso de un bebé de apenas tres meses, diagnosticado con atresia biliar, a quien le realizaron un trasplante hepático con éxito.
En entrevista exclusiva para la Revista de Medicina y Salud Pública, Johaimar Pizarro, madre de Johatmar Andino Pizarro, menor intervenido en el Hospital Auxilio Mutuo por un trasplante de hígado cuando el menor tenía tan solo 11 meses.
Debido a la gravedad del caso, los especialistas ya habían dado por perdido todo: “es el primer bebé en Puerto Rico que le hacen ese tipo de trasplante”, dice la madre.
Un regalo, un presente
A los tres meses de edad, el menor fue diagnosticado con atresia biliar, una extraña enfermedad en el hígado caracterizada por la alteración o ausencia de los conductos que eliminan la bilirrubina.
“Lo envían al centro médico donde le hacen un procedimiento a los cinco meses que no le funcionó, porque se debe hacer cuando nace el niño”, comenta Johaimar. “Yo pensé que tenía que salir del país para hacerle el trasplante y con eso dejar todo, y salir con él, pero gracias a Dios todo fue aquí”.
A la espera del trasplante
De allí, el menor fue remitido al Hospital Auxilio Mutuo de Puerto Rico, donde ingresó siendo un bebé de cinco meses y ya era candidato para trasplante de órganos: “antes del trasplante estuvo en tratamiento durante dos meses”.
Sin embargo, el tratamiento progresivamente perdía eficiencia. “Johatmar estuvo una semana hospitalizado en donde ya no podía más. Eso fue el viernes y me llamaron el domingo en la madrugada para decirme que el donante había aparecido”, relata.
El haber encontrado ese trasplante representó una oportunidad para aumentar las probabilidades de vida del menor. Además, las estadísticas del Statista Research Department revelan que para 2020 se realizaron cerca de 32 mil trasplantes de hígado en el mundo, pero no abordan los casos en los que no llegó a tiempo el órgano. Esto convierte al niño en un afortunado entre millones que yacen en lista de espera.
“Estamos bien agradecidos, primeramente a Dios, por habernos permitido que a Johatmar le haya llegado ese trasplante; estamos muy agradecidos con el personal del Hospital Auxilio Mutuo, que han sido de apoyo en todo momento, tanto las enfermeras como los doctores y el equipo del centro de trasplante y el pediátrico. Estamos bien agradecidos”.
Antes del trasplante
Desde pequeño Johatmar fue un niño que permanecía en camillas, hospitalizado por su condición, era un bebé que aún no sabía cómo decir dónde le dolía, o qué le dolía. Esta enfermedad le llevó a experimentar varios síntomas.
“Se puso amarillo, los ojos los tenía amarillos, su cuerpo lo tenía amarillo; la forma de sentarse era como de un sapo, los pies abiertos; la barriga se le inflaba, llegó a dejar de caminar porque se puso tan hinchado que no podía soportar su cuerpo”, recuerda la mamá.
Vivir después del trasplante
El 30 de septiembre de 2020, se realizó la intervención quirúrgica, momento en el que empezaba un nuevo renacer para Johatmar. El hígado provenía de un joven de 13 años, del estado de Florida, y fue dividido en dos partes, las cuales fueron usadas para Johatmar, que en ese momento tenía 11 meses, y para una joven de 21 años.
La intervención la encabezó el Dr. Juan Del Río, director Clínico del Centro de Trasplante de la entidad, acompañado de los cirujanos multiorgánicos Pedro Hernández y Daniel Campos y el residente de la Escuela de Medicina, Álvaro García, al igual que de los anestesiólogos Cao y Morales.
“Al principio lo hospitalizaban mucho, pero mientras ha ido creciendo, ha sido menos la hospitalización. Ya lleva casi un año sin ser hospitalizado. Es un niño muy activo”, explica la madre.
Johaimar asegura que ha sido un duro proceso: “cuando le hacen el trasplante, Johatmar estuvo tres meses hospitalizado, pero de ahí fue mejorando poco a poco”, agrega que ahora tienen la vida de un niño normal que “juega, camina, corre, está en la escuelita”.
Claro, fue una intervención delicada que requería de una constante monitorización y seguimiento, por ello estuvo en controles cada semana, poco a poco esto fue derivando en meses: “va cada mes y lo revisa el doctor para ver como continua y hasta el momento ha salido todo bien”, afirma.
“Nosotros le hablamos porque él se toca mucho la herida que tiene, y se la muestra a todo mundo. Está bien contento”, concluye Johaimar.
Fotogalería
En la galería se ve a un grupo de especialistas, al Dr. Carlos Mellado, Secretario del Departamento de Salud, y familiares que conmemoran 10 años desde el primer trasplante de hígado que se ha realizado en el Hospital Auxilio Mutuo de Puerto Rico. Entre los invitados están Johaimar Pizarro y su hijo Johatmar Andino Pizarro, quien fue intervenido cuando apenas tenía 11 meses de edad.
Desde entonces, ya son 369 las personas que han logrado obtener una nueva oportunidad y calidad de vida luego de un trasplante.