Todos los pacientes deben conocer sus valores de presión arterial y consultar regularmente con su médico para evaluar su capacidad para realizar actividad física y determinar si requieren una evaluación cardiológica más profunda. "La recomendación es mirarse al menos una vez a la semana la presión", añade el Dr. Jordán
La hipertensión arterial, comúnmente conocida como presión arterial alta, es una afección en la que la fuerza de la sangre contra las paredes de las arterias es consistentemente demasiado alta, lo que puede llevar a problemas graves como enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares y daño renal. El Dr. Edmundo Jordán, cardiólogo; explica a detalle las implicaciones de esta enfermedad y la urgencia de abordarla de manera efectiva.
Según informes del Colegio Americano de Cardiología, entre 2015 y 2017, la prevalencia de la hipertensión en Estados Unidos era del 30%, lo que implica que "de cada 10 personas, 3 tenían presión alta". Sin embargo, en Puerto Rico, la situación es aún más alarmante, con una prevalencia que ronda entre el 30% y 40% en pacientes mayores de 40 años, un número significativo de la población puertorriqueña enfrenta riesgos elevados de complicaciones relacionadas con la hipertensión.
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El Dr. Jordán explica que la presión elevada se define como una presión sistólica (el valor superior) de más de 130 mm Hg y una presión diastólica (el valor inferior) de 80 mm Hg o más, clasificándose como hipertensión de estadio 1. Una presión arterial normal, según el Dr. Jordán, "está en el rango debajo de 130 la sistólica hasta 90, y la diastólica entre 60 y 80". Cuando los valores son inferiores a estos, se considera que la persona sufre de hipotensión.
La hipertensión descontrolada es un factor crucial en el desarrollo de diversas enfermedades cardiovasculares. Según el cardiólogo, "lo que es todo el entorno de la enfermedad cardiovascular, el factor más importante es la presión alta descontrolada". Mantener la presión arterial por debajo de 130/80 mm Hg es el consenso actual, aunque las directrices americanas sugieren que debe estar por debajo de 120/80 mm Hg. Sin embargo, esto puede causar mareos o insuficiencia renal en algunos pacientes o personas mayores de 65 años, quienes podrían experimentar efectos adversos si su presión se reduce demasiado drásticamente.
Las complicaciones de esta condición no se limitan a ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. El Dr. Jordán destaca que "la presión alta está en todo el sector de la enfermedad cardiovascular, esto incluye no sólo ataque cardíaco, no sólo stroke, sino también demencia vascular". Además, la hipertensión puede conducir a problemas renales como la nefropatía hipertensiva y afectar otros órganos como los ojos, resultando en retinopatía hipertensiva. También puede provocar arritmias cardíacas, como la fibrilación auricular, que es "la primera causante de infarto cerebral", lo que requiere que los pacientes necesiten tratamiento anticoagulante para evitar la formación de trombos.
"Normalmente en pacientes de bajo peso corporal, o envejecientes mayores de 65 años, si se les lleva la presión en menos de 120 - 80 probablemente, en algún momento se te van a marear, se te podrían colapsar, y presentar insuficiencia renal por exceso de medicación para bajarle la presión"
Otros factores que contribuyen a la hipertensión incluyen la obesidad, el sedentarismo, factores genéticos, trastornos hormonales, estrés, colesterol alto y el tabaquismo. Aunque en la mayoría de los casos la hipertensión es multifactorial, en un pequeño porcentaje de pacientes, la causa puede ser específica, como tumores o trastornos de la tiroides.
El tratamiento de la hipertensión incluye tanto cambios en el estilo de vida como medicación. El Dr. Jordán explica que "todo paciente va a pasar por una modificación de estilos de vida para que el paciente cambie su manera sedentaria de vivir y comience a hacer ejercicio". Asimismo, comentó que "La recomendación es realizar 150 minutos de ejercicio a la semana, distribuidos en 30 minutos diarios por 5 días, que pueden incluir actividades como caminatas, baile o ciclismo, para generar resistencia cardiovascular."
La nutrición también juega un papel crucial en el control de la hipertensión. Comer bien y con una nutrición avanzada ayuda a mantener la presión arterial bajo control. El experto igual resalta que "la medicación es de suma importancia, pero todo paciente debe también hacer modificaciones en su estilo de vida". Otras de las recomendaciones dadas por el cardiólogo es que la reducción de la sal en la dieta es esencial. "Tiene que bajar la sal en la alimentación, va a una evaluación médica y el médico le dice si puede hacer actividad física o si requiere evaluación profunda con el cardiólogo".
Es crucial que los pacientes monitoreen su presión arterial regularmente y estén educados sobre sus valores normales. El Dr. Jordán enfatiza la importancia de medir la presión arterial en reposo, sin haber consumido cafeína en las durante un tiempo prudente para no afectar los resultados. "Cuando se va a tomar la presión, el paciente debe estar fuera de cafeína por lo menos de 3 0 4 horas" comentó, "Si usted se toma una taza de café y se toma la presión de una vez, probablemente le salga alta".
Asimismo, se recomienda estar sentado y haber tenido un reposo de 5 a 10 minutos; en cuanto a la toma de la tensión, lo más recomendable es que se tome en el brazo izquierdo, sin embargo, no hay problema que se haga en el derecho.