La gripe, especialmente los virus de tipo A, es una de las enfermedades zoonóticas más relevantes debido a su facilidad de contagio entre animales y entre humanos y animales.
Las enfermedades zoonóticas son aquellas que pueden transmitirse de animales a humanos, y pueden ser causadas por una variedad de agentes patógenos, como virus, bacterias, parásitos y hongos. A menudo subestimadas, estas enfermedades son más comunes de lo que se piensa. Los síntomas pueden variar considerablemente, desde la ausencia de signos hasta cuadros graves que incluyen diarrea, dolor muscular y fiebre.
Una de las principales formas de contagio de estas enfermedades es a través de los alimentos contaminados. Por ejemplo, entrar en contacto con alimentos o agua contaminada con heces de animales infectados, como vacas y cerdos, puede dar lugar a afecciones como la criptosporidiosis y la triquinosis. Esta última, específicamente, se contrae principalmente al consumir carne insuficientemente cocida de ciertos animales.
Tipos de virus de la gripe animal
Entre las enfermedades zoonóticas más prevalentes se encuentran las gripes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica los virus de la gripe en cuatro tipos: A, B, C y D. De estos, los virus de la gripe A y B son los responsables de las epidemias estacionales de esta enfermedad en los seres humanos. Sin embargo, solo los virus de tipo A tienen el potencial de desencadenar epidemias globales, según la información actual disponible.
Los virus de la gripe A son conocidos por infectar a diversas especies animales, y se clasifican en subtipos según las combinaciones de proteínas presentes en su superficie. Cuando estos virus infectan a su huésped animal, adquieren denominaciones específicas, como el virus de la gripe aviar, porcina, equina, canina, entre otros. Es importante destacar que estos virus de la gripe animal son distintos de los virus de la gripe humana, y no se transmiten fácilmente entre humanos ni de animales a humanos en la mayoría de los casos.
Según la OMS, las aves acuáticas silvestres son el principal reservorio natural de la mayoría de los subtipos del virus de la gripe A. Los brotes de gripe aviar en aves de corral pueden tener consecuencias inmediatas y graves para el sector agrícola. Este tipo de eventos resalta la importancia de una vigilancia continua y una respuesta rápida para prevenir la propagación de enfermedades zoonóticas y proteger tanto la salud animal como la humana.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la incertidumbre sobre si los virus de la gripe aviar, porcina y otros podrían desencadenar futuras pandemias. Sin embargo, la diversidad de virus de la gripe de origen zoonótico que han afectado a los humanos subraya la necesidad urgente de reforzar la vigilancia tanto en poblaciones animales como humanas. Es esencial investigar a fondo cada infección zoonótica y planificar medidas de preparación para posibles pandemias.
Aunque poco frecuentes, se han reportado esporádicamente infecciones por virus de la gripe aviar y otros virus zoonóticos en humanos. En el caso específico de la gripe aviar, la principal vía de infección parece ser la exposición a aves de corral infectadas, ya sea vivas o muertas, así como a entornos contaminados como los mercados de aves vivas. Otros factores de riesgo incluyen el sacrificio, desplume y manipulación de carcasas de aves de corral infectadas, así como la preparación de aves para el consumo, especialmente en los hogares.
Gripe porcina
En el caso de los virus de la gripe porcina, los factores de riesgo comprenden la proximidad a cerdos infectados o la visita a lugares donde se exhiben estos animales. Además, se han registrado infecciones esporádicas en seres humanos por virus de la gripe porcina de los subtipos A(H1) y A(H3).
La OMS advierte que los virus de la gripe no pueden erradicarse y seguirán causando infecciones zoonóticas. Para minimizar el riesgo para la salud pública, es crucial mantener una vigilancia de alta calidad tanto en la población animal como en la humana. Se requiere una investigación exhaustiva de cada caso de infección en seres humanos y una planificación para hacer frente a pandemias basada en el riesgo. Es esencial que las autoridades de salud pública y de sanidad animal colaboren estrechamente y compartan información durante las investigaciones de casos de gripe de origen zoonótico en seres humanos.
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