En la mayoría de casos la balanitis se genera por la falta de higiene en los hombres que no se han hecho la circuncisión.
A la inflamación del prepucio y el glande en los hombres o del clítoris en las mujeres se le conoce como balanitis, una afección que por lo general solo ocurre en personas que no están circuncidadas.
La balanitis es una causa frecuente de consulta en urología, según refieren fuentes médicas. En el caso de los hombres, cuando además del glande se afecta la parte interna del prepucio, se le denomina balanopostitis.
Causas de la balanitis
Las causas de la balanitis son múltiples y pueden estar relacionadas con infecciones por bacterias o por hongos como la cándida y más raramente por parásitos. También por enfermedades de transmisión sexual o la utilización de algunas medicinas para el tratamiento de la diabetes (inhibidores de SGLT2) que funcionan eliminando azúcar por la orina, se asocia con un riesgo aumentado de balanitis.
Además, la literatura médica refiere que algunos problemas de la piel como dermatitis de contacto, el pénfigo, penfigoide, la psoriasis y condiciones reumáticas como artritis reactiva y la enfermedad de Reiter pueden desencadenar la balanitis.
El uso de irritantes, falta de higiene, y otra causas desconocidas también se han relacionado con esta afección.
¿Qué síntomas produce la Balanitis?
Los síntomas de la balanitis se desarrollan a lo largo de varios días, entre 3 y 7 días y pueden generar dolor, quemazón, picor e hinchazón en el área del glande; aparición de manchas rojizas en la zona, líquido blanquecino y purulento en la zona del glande y el prepucio.
Si no se trata, la hinchazón y el líquido purulento pueden producir adherencias entre el glande y el prepucio que conducen a la aparición de una fimosis, es decir, la imposibilidad de que el prepucio se deslice hacia atrás y deje visible el glande. La fimosis puede producir dificultades para la salida del chorro de la orina o puede producir disfunción sexual.
Por otro lado, la balanitis puede asociarse a síntomas no sexuales como fiebre, dolor en las articulaciones, aparición de úlceras en la boca, hinchazón de diversas glándulas, cansancio y malestar general.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de la balanitis es clínico, debiéndose descartar una parafimosis, una retracción del prepucio que produce una hinchazón progresiva del glande y es una emergencia médica.
Para saber sus causas puede ser necesario hacer cultivos del líquido blanquecino (si lo hubiera) o, si existiera, de líquido purulento emitido por la uretra.
¿Puede prevenirse?
Fuentes médicas indican que la limpieza e higiene de la zona reduce el riesgo de balanitis. Dado que muchas balanitis son producidas por infecciones de transmisión sexual, las medidas utilizadas para prevenir estas enfermedades, como la utilización de preservativos, reducen el riesgo de la enfermedad.
¿Cómo curar la Balanitis?
Basada en la evidencia clínica, el tratamiento de la balanitis es el de la enfermedad responsable, es decir, en caso de que sea una balanitis por alguna infección bacteriana, el tratamiento suele hacerse con antibióticos administrados por vía oral. El tipo de antibiótico depende de si se trata de una infección de transmisión sexual o no.
En el caso de infección por un hongo del tipo de la Cándida, el tratamiento se realiza con cremas locales con antifúngicos y en otros casos puede haber indicación de la aplicación de cremas con corticoides.
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